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Diario YA


 

es el presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia

¿Valcárcel quiere lavar su conciencia?

Francisco Torres García. Ramón Luis Valcárcel es el presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia, uno de los bastiones electorales del Partido Popular. Entre sus méritos figura el haber hundido al otrora poderoso PSOE regional. El presidente de la CARM ha conseguido, además, quitar a los socialistas, merced a una estrategia consistente en poner una vela a Dios y otra al diablo, muchas de las marcas del progresismo.

Ramón Luis Valcárcel ha logrado también que Murcia sea una de las Comunidades Autónomas con mayor número de abortos. Ramón Luis Valcárcel ha respetado la objeción de conciencia, pero en su Comunidad han florecido los negocios abortistas con los que su gobierno firma convenios. En la Murcia conservadora de Valcárcel se aborta y se aborta mucho. Sin embargo nadie ha conseguido que se haga público cómo actúa la Consejería de Sanidad en esta materia y quién financia realmente los abortos que la Sanidad pública no hace.

Ramón Luis Valcárcel ha conseguido la fidelidad del sector más derechista del PP murciano; también ha logrado el apoyo de la Iglesia y de los dos grandes pesos pesados en la región: el Opus Dei y el Camino Neocatecumenal. En la región los poderes fácticos religiosos y la derecha religiosa miran para otro lado cuando cada año se publican las estadísticas del aborto en España. Ni una fisura real se ha producido en el apoyo a Valcárcel. Incluso los grupos provida se debaten entren la realidad (una Comunidad Autónoma con un altísimo número de abortos gobernada con mayoría absoluta por el PP) y el subterfugio exculpatorio (es la ley de la izquierda). Pero esto no significa que en el entorno del presidente y en el de varios consejeros no exista una presión para que con algún gesto se pueda excusar, disimular o ocultar una realidad innegable: con el PP en el poder, con mayoría absolutísima desde hace más de dos décadas, con las competencias de Sanidad asumidas, en la región se aborta mucho y sin problemas.

A todos han sorprendido las declaraciones de Ramón Luis Valcárcel dando a entender que en la Región de Murcia no se aplicará la nueva ley del aborto hasta que no se produzca una resolución del Tribunal Constitucional. Es posible que Valcárcel se dejara llevar por el ambiente reinante en la última reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, por los comentarios de pasillo, y creyera que la voz baja se transformaría en postura oficial del partido. ¿Quiso forzar un cambio de estrategia? ¿Quiso, simplemente, lavar su conciencia? ¿Hizo las declaraciones pensando en el titular que al día siguiente exaltaría la prensa regional? ¿Quiso contentar así a esos sectores que le apoyan sin fisuras?

El hecho cierto es que el Partido Popular se ha apresurado a dejar sólo a Valcárcel y a recomendarle que ajuste sus declaraciones a la doctrina oficial del partido: la nueva ley del aborto se aplicará sin más. Mariano, Soraya, Cospedal y hasta Esperanza Aguirre han sido taxativos en ese sentido. En Murcia la Consejera de Sanidad, María Ángeles Palacios, amparándose en las declaraciones de su presidente, ha afirmado que la ley no se aplicará.

Políticamente Valcárcel, al que Mariano presionó para que se volviera a presentar como cabeza de lista a las próximas elecciones autonómicas para mantener el altísimo número de votos que se obtienen en Murcia, se ha colocado en una situación difícil: o mantiene sus palabras y se las ingenia para no aplicar la ley o rectifica y asume la doctrina oficial del partido.

Todo ello, sin embargo, no es más que un debate publicitario. Es dudoso que la aplicación de la nueva ley suponga que en Murcia se produzcan más abortos de los que ya se producen. Durante décadas Valcárcel no ha movido un dedo para poner coto al asesinato legal de miles de niños. Ahora se subleva ante la ley socialista. Para mí que a Valcárcel sólo le guía el cálculo electoral: contentar a la derecha religiosa y dar argumentos a quienes dentro de la Iglesia le apoyan. Quizás sólo pretenda lavar su conciencia.