Principal

Diario YA


 

En nuestras manos está no permitir que nos manipulen. Corre la voz

“Educa a una mujer y habrás educado a un pueblo”

Mª Luisa García Ocaña. La dignidad de la mujer defiende su esencia, su ser, su capacidad de maternidad. La mujer que apuesta por la cultura, por la vida, por desarrollar su intelecto y su femineidad, sin necesidad de recurrir a un desnudo.

La belleza de la mujer, que no se vende, ni se deja arrastrar por planteamientos erróneos de base, como el mal entendido feminismo.

La mujer en la moda, en la prensa, en la política, en las ciencias, en el hogar. Cuando veo mujeres objeto, mujeres foco de deseo, que sólo despiertan los más bajos instintos de los hombres, no acabo de entender cómo se prestan a ese circo lleno de buitres, más que de leones.

La mujer es capaz de hacerse querer sin exhibirse, es capaz de hacerse respetar sin vender su cuerpo, es capaz de ser atractiva, moderna y competitiva sin admitir lo inadmisible.

En nuestras manos está no permitir que nos manipulen. Corre la voz.