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Diario YA


 

Ha tardado18 años en volver al escenario del Real

“Porgy & Bess”, la ópera jazz de Gershwinm, de nuevo en el Teatro Real

Fotografía: Javier del Real

Luis de Haro Serrano

Solo dieciocho años ha tardado en volver este popular título de Gershwin al escenario del Real (la 1ª vez lo hizo en 1997). Concebida originalmente como una ópera folklórica de los Estados Unidos. Se conoció por primera vez en formato de concierto en la primavera de 1935 en el Carnegie Hall con una duración que sobrepasaba las tres horas. Su estreno mundial tuvo lugar el 30 de septiembre de 1935 en el Colonial Theatre de Boston, tras los estudiados recortes que realizó el compositor para reducir su extensión y darle más fuerza a su acción dramática.

Sus tres actos están inspirados en la novela de Ira Gershwin –hermana del compositor- y DuBose Heyward, concebida sobre la pieza teatral del mismo título preparada por Dorothy, su mujer, con la particularidad de que las notas de jazz y los blues son el cauce por el que transcurren los sentimientos de los protagonistas. Sus melodías son el vivo reflejo de los conceptos de marginalidad y segundas oportunidades propias de los habitantes que viven o se mueven por la ficticia calle de Bagre (Catfish Row) en Charleston, Carolina del Sur, expresadas a través de unas bellas notas de jazz, que pasan con gran facilidad de esta modalidad musical a las de la ópera, así como sus góspel. Su pasaje más reconocido mundialmente es el aria “summertime”, con la que comienza la obra, inmortalizada de forma individual por numerosos intérpretes de rango internacional, entre ellos Ella Fitzgerald y Louis Amstron. Es especialmente admirada por la síntesis innovadora y simbiosis que alcanzan en ella las técnicas idiomáticas del jazz cuando se mezclan con las señas de identidad de la música estadounidense, conseguido con gran naturalidad gracias al talento de George Gershwin que la considerò como su mejor obra. Valorándola por encima de sus dos conocidos títulos anteriores; “Rapsody in blue” y “Un americano en París”.

A pesar de sus numerosas cualidades musicales, “Porgy & Bess” no fue aceptada en Estados Unidos como una verdadera ópera hasta 1976, cuando la Houston Grand Ópera reeditó la partitura completa y por su estreno en el Metropolitan en 1985, con Grace Bumbri y Simon Estes en su reparto. Hechos que corroboran el gran valor musical que tiene. Hoy se le define como una obra de repertorio estándard. En las estadísticas de “Óperabase” aparece con el número 68 dentro del cuadro de las cien más representadas durante el periodo 2005/2010, siendo la 1ª en Estados Unidos y la primera también de Gershwin, con 56 representaciones.

A pesar de esta feliz trayectoria se le siguen señalando determinadas pegas por considerar que posee algunos elementos racistas al reflejar en su desarrollo ciertos estereotipos de los negros norteamericanos.
Dadas las características tan especiales de su partitura, Gershwin dejó especialmente indicado en ella que debería ser representada siempre por un reparto integrado en su totalidad por intérpretes negros, tal y como sucede en esta producción del Real en la que participa el grupo de solistas y coro pertenecientes a la “Cape Town Opera”, única compañía lírica de África con actividad artística estable. Lo hace con una gran producción creada en 2009 presentada con pleno éxito en el Reino Unido, Israel, Alemania, Francia, Holanda y España, donde se presentó el pasado año en Barcelona. Su coro fue distinguido en 2013 con el galardón al mejor coro del año en los International Opera Awards.

Su historia narra las peripecias de Porgy, un inválido afroamericano, habitante de los suburbios de Charleston y sus repetidos intentos de rescatar a Bess de las manipulaciones de Crown, su proxeneta, y de un “sportin life” y vendedor de drogas.

Desde su estreno en 1935 ha alcanzado un señalado éxito en las numerosas versiones discográficas que de ella se han realizado en todo el mundo, tanto en sus acepciones como ópera o como musical e, incluso, en la cinematográfica. En 1959 con Robert McFerrin y Adele Addison, que doblaron a Sidney Poitier, Dorothy Dantridge y Pearl Bailey dirigidos por André Previn.

Puesta en escena
Cristina Corouse y Michael Mitchell –directora de escena y escenógrafo-, en una producción sencilla y funcional realizada en 2009, han sabido reflejar con realismo las difíciles situaciones de pobreza, desarraigo y diferencias sociales, sin olvidar el concepto de esa solidaridad que suele producirse en estos ambientes de “no tener nada, que es mucho”, propios de los suburbios de “Catfish Row” de principios del siglo XX, preparado con gran simplicidad de elementos escénicos -solo los imprescindibles- para facilitar la multiplicidad y rapidez de los numerosos movimientos escénicos que corren paralelos al contínuo desfile de las melodías de Gershwin, sacadas a la luz con gran acierto por los componentes de La Orquesta Titular del Real acompañada por los miembros procedentes de la ”Cape Town Ópera Corus”, conducidos con gran precisión rítmica y musical por Tim Murray, que ha sabido ensamblar con acierto su diversidad melódica; atonal, jazz, contrapuntística, góspel, música americana y ópera propiamente dicha para acompañar a ese excelente grupo de intérpretes vocales que, como ellos mismos indican “cuando cantamos lo hacemos con nuestros corazones y nuestros cuerpos”. Una técnica que atrae y cautiva a cualquier clase de aficionado.

En un grupo tan amplio constituido por personas con tanta calidad procedentes de etnias y municipios sudafricanos tan diferentes, resulta difícil destacar nombres concretos porque todos lo merecen por igual . No obstante, por justicia, resulta obligado resaltar el trabajo de intérpretes como el del bajo-barítono Xolela Sixaba (Porgy), dotado de una impecable voz, con un fuerte cuerpo y una delicada elegancia en la vocalización, a la soprano Nonhlanhia Yende (Bess), otra preciosa voz que brilla tanto en los pasajes dramáticos como en los románticos y por sus excelentes cualidades dramáticas, que le llevan a triunfar por su fuerte verismo en situaciones tan diferentes como las de su dulce trato con Porgy o con en los violentos de Crown. Sin olvidar el trabajo de Kobus Rossouw (iluminador) y Sibonakaliso Ndaba (coreógrafa) ni al Director del coro, Marvin Kernelle.

Cierre de temporada
Este delicioso “Porgy & Bess”, junto con el programa doble integrado por la versión de concierto de “Goyescas”, la intervención especial de Plácido Domingo y el “Gianni Schiqui “ de Puccini, han puesto la guinda final a esta movida y atractiva temporada artística del Real, que en sus últimas fechas, por diversas circunstancias, ha tenido que soportar un movimiento escénico poco corriente en un Teatro de Ópera.