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Pretenden romper una tradición instaurada por Felipe IV en 1643 en la que se invoca al Patrón de España

A Europa Laica se le ocurre suprimir el acto de Ofrenda Real de España al Apóstol Santiago

Diario Ya.  En una carta dirigida a Mariano Rajoy el pasado 20 de julio, Europa Laica denuncia el acto que anualmente se celebra el día 25 de julio de Ofrenda Real de España al apóstol Santiago, por considerar que supone una “injerencia e influencia de lo religioso en el ámbito público, por lo que tiene un carácter preconstitucional continuador del nacional-catolicismo y propio de una monarquía confesional” pidiendo así “la supresión del carácter oficial y político de este y otros actos de similar naturaleza que contravienen la no confesionalidad del Estado Español”.

Este acto está protagonizado habitualmente por el Rey Don Juan Carlos, no obstante este año es el alcalde de Santiago quien representa a la casa Real, con el refrendo del Gobierno. 
 
La ofrenda nacional al Apóstol Santiago, es una ceremonia que fue instituida en 1643 por Felipe IV, y se ha mantenido como tradición española todos los años. Reyes, Jefes de Estado, y las más altas personalidades han invocado desde siempre al patrón de España los beneficios divinos para las tareas humanas
 
La carta, que aparece publicada en su página web, dice así:
 
Sr. Presidente del Gobierno
Se aproxima la fecha del 25 de julio, en la que, previsiblemente, se repetirá la Ofrenda Real de España al apóstol Santiago. En un acto refrendado por el Presidente del Gobierno, de acuerdo con el artículo 64 de la Constitución. E, igualmente, es previsible la asistencia oficial de usted y/o de su Gobierno.
Este acto supone una total injerencia e influencia de lo religioso en el ámbito Público, que se repite anualmente y lo consideramos de carácter preconstitucional y continuador del nacional-catolicismo y propio de una monarquía confesional.
Con ello se lesionan los derechos de ciudadanía igualitaria de millones de españoles y españolas con otras convicciones y a otros con diferentes creencias religiosas.
Este acto consiste en una incomprensible ofrenda y petición de protección de España a un espíritu Santiago, algo más propio de quienes, en su caso, compartan esa creencia dogmática, pero no de un acto público y civil del Estado.
Además asisten al mismo múltiples cargos públicos en funciones representativas, lo que supone un insoportable acto de propaganda confesional católica provocando una confusión entre el Estado y una determinada confesión religiosa que resulta privilegiada, generando, de este modo, una clara discriminación respecto a cualquier otra creencia o convicción, a la que tienen derecho cualquier ciudadano.
Un acto que igualmente aprovecha el clérigo oficiante para reclamar de España la adhesión a los dogmas y normas morales de su confesión particular, subordinando el poder civil a criterios religiosos.
Reclamamos la supresión del carácter oficial y político de estos actos u otros de similar naturaleza, que contravienen la no confesionalidad del Estado Español. Mantenga cada uno sus respetables creencias religiosas en el ámbito privado y respete la igualdad de la libertad de conciencia en el ámbito público común a todos.