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Diario YA


 

se enfrentó a las leyes eugenésicas del nacionalsocialismo

Alemania olvida al cardenal Clemens August Graf von Galen, referente del catolicismo alemán

José Luis Orella Cuando el cardenal Clemens August Graf von Galen se enfrentó a las leyes eugenésicas del nacionalsocialismo, protestó en defensa de la dignidad humana de aquellos alemanes, que por ciertas carencias físicas o psíquicas, según criterios de utilidad podían ser eliminados. En ellos se incluían los soldados devueltos del frente con grandes minusvalías. Hasta el día de hoy, el cardenal Graf von Galen ha sido un referente del catolicismo alemán, de cómo mantener la defensa de la dignidad humana ante un totalitarismo.

Otra vez de nuevo, la iglesia católica en Alemania se encuentra en solitario, defendiendo la rehabilitación de aquellas medidas que suprimen vidas. Una vez más, Angela Merkel junto a sus aliados del FDP se pone en vanguardia de las técnicas más nocivas contra la vida humana, enterrando la herencia de Adenauer.Según informaba Zenit, después de un intenso debate, la Cámara Baja del Parlamento Federal de Alemania -el Bundestag-, había decidido dar vía libre a la controvertida técnica de diagnosis preimplantacional, conocida también como PID (“Preimplantation Diagnosis”) o PDG (“Preimplantation Genetic Diagnosis”). Con una amplia mayoría, los diputados de Berlín aprobaron el 7 de julio, con 326 votos a favor (de 594), una propuesta de ley [1] presentada por Peter Hintze (CDU), subsecretario de Economía, y Ulrike Flach, vice-director de la FDP (liberales) en el Bundestag.

El texto (Bundestagsdrucksache 17/5451) permite someter a embriones concebidos in vitro a una investigación genética o “screening” cuando existe un alto riesgo de transmisión, por parte de los padres a la prole, de graves enfermedades o malformaciones hereditarias comprobadas, la posibilidad de un aborto espontáneo o de que el niño nazca muerto. Los elementos decisivos para permitir la PID son la gravedad de la patología o defecto genético y el criterio de la probabilidad. Para no incurrir en abusos, el proyecto de ley, apenas aprobado, prevé una consulta obligatoria especialista, el OK por parte de una comisión interdisciplinar y el consenso escrito de la mujer. El examen se realizará sólo en los centros autorizados. En el caso de un resultado “positivo”, el embrión “defectuoso” no se trasladará al útero de la futura madre sino que será destruido.