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Diario YA


 

Algunos no se enteran

Miguel Ángel Guijarro. 30 de enero.

No tenía intención de hablar del asunto arbitral esta semana, preferiría hablar del espectáculo de Nadal y Verdasco en Melbourne o del incombustible nivel de juego que está exhibiendo el Barcelona de Guardiola, pero durante la semana se han dicho y escrito cosas de las que se desprenden varias cosas, una que muchos encuentran en el colectivo arbitral su pim pam pum particular y otra que esos mismos, no quieren escuchar determinadas explicaciones y prefieren mirar para otro lado y generar un ambiente de tensión que, esperemos que no, puede llegar a generar violencia. Todo el mundo sabe a estas alturas lo ocurrido con Pérez Burrull y la famosa nevera, es más, el cántabro es el quinto colegiado que ‘descansa’ en lo que va de temporada y probablemente no será el último ya que el error humano seguirá siendo consustancial al arbitraje, pero por mucho que explique Sánchez Armino, el capitoste de los árbitros, los motivos de la inclusión de santanderino en la ‘nevera’, muchos siguen sin entenderlo. Ni a Pérez Burrull ni a ningún árbitro se le ‘sanciona’ por equivocarse, eso no ha pasado ni pasará ya que nadie acertará siempre por muchos meses que pase en el ‘banquillo’ como llaman los propios árbitros. A Burrrull le sancionan sus jefes por cambiar una decisión. Así de simple, no por acertar o no.  He leído esta semana que a Pérez Lasa no le sancionaban a pesar de los errores cometidos en el Camp Nou, erre que erre, ¿cuándo se van a enterar algunos que por una apreciación no se sanciona? Pero claro, es más fácil criticar a los árbitros que defenderlos, es más fácil darle espacio en los medios al presidente de Osasuna (que llamó, encubiertamente, delincuentes a los árbitros) que entender que el colectivo arbitral esté molesto y no quieran verle ni en pintura. Es la misma historia de siempre, historia de la que tienen culpa los propios árbitros por su hermetismo pero eso no es motivo para que la gente les vea como los malos de la película. El domingo pita en Pamplona Bernardino González Vázquez y desde luego no me gustaría estar en su pellejo ya que el ambiente estará calentito y cualquier decisión se verá como malintencionada. Mientras sigamos dando pábulo a determinados personajes, nuestros pequeños seguirán viendo a los de negro como enemigos en vez de cómo unos deportistas más, personas con familia que se dedicaron por vocación a una de las profesiones más difíciles del mundo, esa profesión, para la que la mayoría de nosotros no estamos capacitados 

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