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Diario YA


 

Encontrada muerta en su apartamento de Londres

Amy Winehouse: otro juguete roto

Fina Millán-Hita

La muerte de la cantante Amy Winehouse nos sitúa de nuevo frente a la triste experiencia de la pérdida de una vida joven. Toda vida truncada prematuramente nos sobrecoge, especialmente cuando, como en el caso que nos ocupa, esa vida ya parecía perdida hacía tiempo... aunque nadie en su entorno más cercano quisiera verlo o tuviera el suficiente valor para advertirle.

Cierto que cada uno elige su camino. El fin de esta mujer joven estaba ya escrito en su cara, en una trayectoria vana y en una vida sin sentido. La libertad del hombre no puede ser sustituida y ahora no vale llorar: ella es ejemplo para que muchos jóvenes hagan experiencia, vean que lo que le ha sucedido a ella no es diferente del camino que muchos llevan. Los amigos son necesarios para acompañar la vida y ayudar a ver el precipicio por el que se camina cuando el instinto es quién domina. Hay amigos que tienen el disfraz de "amigotes" y se parecen más al formato de Angel Caído que quería el puesto del Angel Gabriel.

Los amigos son un bien precioso que te aleja de la soledad y te ayudan de disfrutar de la vida, ¿quién no quiere este tipo de amigos?, ¿quién no quiere amigos que te ayudan a comparar los deseos del propio corazón con la experiencia?