Lo que muchos no saben. Hay reconocidos hasta 47 dialectos del español. desde el madrileño hasta el chilote, el andino o el rioplatense y jergas como el cheli. 
Movido por su deseo de dar a conocer a Dios y su obra de salvación
Anciano católico dedica 20 años de su vida a transcribir la Biblia
Redacción. Jaime Alamar, jubilado español de 80 años, ha dedicado más de 20 años de su vida a transcribir a mano la Biblia y regalar copias con la finalidad de dar a conocer a Dios y su obra de salvación. Con suma paciencia, dedicó todos los días su tiempo no sólo en realizar una transcripción completa de la Sagrada Escritura sino en dibujar las ilustraciones que la acompañan. (ACI).
Son ya más de 30.000 páginas escritas con un bolígrafo de color negro y cientos de colores para las ilustraciones. Alamar hace copias, las encuaderna y posteriormente las regala a quien se lo pide. Pero además, es voluntario desde hace 40 años en la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Valencia, donde se levanta todos los sábados a las seis de la mañana para ir a la casa de las religiosas y ayudar a lavar los pies y afeitar a los acogidos.
En declaraciones a la agencia AVAN, el anciano destacó la importancia de "ser testigos vivos de Dios, darlo a conocer y hacer el bien, no tengo más meta", señaló y a la vez expresó su preocupación por que "la gente no se entere de que sin Dios estamos perdidos".
Además de todo, Jaime Alamar ha transcrito también la vida de algunos santos, como San Juan de la Cruz y San Felipe Neri, de quien es devoto. En este momento, se encuentra copiando el tercer tomo del libro "La imitación de Cristo" del beato Tomás de Kempis, del que viene realizando 20 ejemplares a mano debido "a las numerosas peticiones de amigos".
En la última página de cada uno de los libros que realiza, escribe sus propias oraciones, que luego recopila en ejemplares individuales.
Aunque ha confesado que hay personas que le ofrecen dinero por los libros que transcribe, Jaime Alamar dice que no piensa aceptarlo nunca, ya que "lo único que quiero es dar a conocer a Dios y no hay mejor forma de hacerlo que sin recibir nada a cambio, sólo el bien que hace su palabra" nos cuenta.