Miguel Angel Gutiérrez. Los principales lideres de opinión del mundillo ateo en Inglaterra están a la gresca entre ellos debido al proyecto de Alain de Botton de construir un templo ateo. Los gurús del ateismo británico, es decir, Richard Dawkins y Christopher Hitchens, se oponen a dicho proyecto, argumentando que los ateos no necesitan templos y que además es un despilfarro innecesario, posición secundada por los ateos españoles que incluso llegan a ver oscuros intereses en Botton.

Pero  Botton  y su movimiento “Ateismo 2.0” apuestan por un “ateismo bueno” frente al malo de Richard Dawkins y   Christopher Hitchens, “celebrando la vida en la tierra, reivindicando el amor o la amistad  y como alternativa a las Catedrales Cristianas”, mientras critican abiertamente el ateísmo crudo de Dawkins y Hitchens por desagradable, viejo, malo y destructivo, apuntando que “hay mucha gente que no cree, pero no son agresivos contra las religiones”.

De esto podemos deducir que el ateísmo en Inglaterra tiene dos caras:

La cara amable   “Flower Power “ de Botton y sus acólitos, o bien el ateísmo a lo” Orco - lado oscuro” representado por los ínclitos Dawkins y Hitchens. Es decir, que mientras el primero representa a quienes  intentan anestesiar su vacío existencial  y sus serpientes  interiores copiando artificialmente  a los cristianos a la vez que se les deja en paz, los segundos  prefieren la ortodoxia atea que es tradicionalmente la de perseguir cristianos  a palo seco.

El estrafalario y controvertido proyecto de Botton no es ninguna broma, pues cuenta con el apoyo del arquitecto Thomas Greenall y  con la promesa de  donantes que financiarían la mitad del proyecto a partir del momento en que el Ayuntamiento de Londres diera el visto bueno otorgando los permisos.

El fantasmal Templo Ateo consistiría en un Edificio de 46 metros en el centro de Londres, hueco, con el techo abierto al cielo y con las paredes decoradas con fósiles.

En el exterior estaría inscrito un código binario que mostraría la secuencia del genoma humano.

Al ser “sin Dios”, el edificio estaría, efectivamente, bien descrito por el propio Botton: “se trata de un edificio hueco…….”.