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Diario YA


 

durante su retransmisión del partido en la radio catalana Ona FM, se dijo:

"Ayer cayó Bin Laden, hoy cae Mourinho"

Jacobo Rodríguez. nacionalismo catalán sigue su curso histérico. En el partido entre Barcelona y Real Madrid disputado en el Camp Nou el pasado martes, durante su retransmisión en la radio catalana Ona FM, el narrador, Jordi Guardiola, comparó a Mourinho con Bin Laden.

La brutal comparación del narrador llegó al extremo de decir: "Ayer cayó Bin Laden, hoy cae Mourinho", una frase pronunciada de manera exaltada entre otras polémicas frases durante su narración del gol de Pedro que abría el marcador.

Lo visto durante esta última eliminatoria se puede analizar desde dos aspectos. Uno, simplemente futbolistico. Quien juega mejor, las tácticas, etc. Y otro desde el aspecto meramente político.

El F.C. Barcelona se ha convertido en la seña de identidad del nacionalismo catalán. La institución está siendo prostituida para fines exclusivamente políticos. Es el embajador de la Generalidad catalana. El embajador de UNICEF (organización, por cierto, que ha llegado a promover el aborto para frenar el crecimiento de la población mundial). Manda en la Federación Española y en la Federación Internacional. 

Tras perder la final de la Copa del Rey ante su máximo rival deportivo, social y político, no se podía permitir otra derrota en Europa. Y el nacionalismo movió los hilos. ¿Cómo? Posiblemente algún día nos enteraremos.

Esto, por otro lado, exige una respuesta contundente del presidente del Real Madrid. No sólo de los jugadores y entrenador. Tiene que ser el presidente del club el que se moje y diga lo que muchos piensan. Que algo está pasando para que el club, dónde se exhibe la bandera "Catalonia is not Spain", con un enfoque perfecto de la cámara de televisión, con una bandera situada en lugar estratégico del estadio, dónde todos sus candidatos a presidente se declararon nacionalistas, maneja unos resortes políticos, como máximo representante de un gobierno autonómico, que podría desvirtuar la competición. Y si no, que se lo pregunten a otros clubes europeos, que ya han sufrido jugar contra "más que un club".