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Diario YA


 

¿Balones fuera?

Balance de 2010

Tomás Salinas García

Zapatero y Rajoy hacen balance del 2010 y se fijan los objetivos para el 2011. El primero reconoce que ha sido un año duro, pero que con su sagacidad y sabiduría ha conseguido encauzarnos por el buen camino, y manifiesta que a través del nuevo sendero del sacrificio y la austeridad ,y siempre bajo su responsable y acertada dirección, España volverá a ser lo que era en unos cinco añitos de nada, impacientes, que eso es lo que sois, unos impacientes, que no entendéis de altas finanzas, eso dejármelo a mí y a mis coleguillas, que desde el lado oscuro de la fuerza os traeremos estabilidad y trabajo (la banda desafina que es un horror).

Mariano Rajoy también se detiene en la ruina que asola el país, culpa al del talante y a su comparsa de incapaces del desastre y pide para el año entrante, como no podía ser de otra manera, la cabeza del presidente aunque se la traigan en una bolsa del Carrefour, que no hace falta que venga en bandeja de plata. Y para exigir la decapitación esgrime como argumento el espectacular avance del partido popular en las encuestas y sondeos. Razón no le falta.

Ahora bien, yo quiero unirme a esto de hacer balance y ofrecer el mío. Nunca me había alegrado tanto de que se terminase un año, por lo catastrófico e irracional del mismo. Desde el principio hasta el final, todo han sido palos, llevándose la palma el paro y su 20 % y la luz con su 43 % (ahí es nada, Sebastián). Políticamente, un desastre a nivel nacional y un ridículo histórico a nivel internacional; socialmente, marcha atrás y sin frenos, y económicamente, qué quieren que diga. Peor imposible.

Yo tengo muy claro quiénes son los artífices del desaguisado, sé muy bien quiénes sobran en nuestra estructura social. Por eso lo único que pido al 2011 es que me permitan disfrutar del legítimo derecho de decidir delante de unas urnas quién deseo que me gobierne. Así de fácil. Pero me parece que va a ser que no; la ponzoña es tan fuerte que ha penetrado profundamente enquistándose. No los sacamos ni con agua hirviendo. De momento, empiezan su labor subiéndolo todo, menos salarios y pensiones (bueno, los suyos sí). En su línea, vamos.