José Luis Orella. Las elecciones catalanas de ayer han modificado el panorama político. La necesidad de eliminar el tripartito ha movilizado amplias capas sociales, y Artur Mas ha sabido rentabilizar lo positivo de CiU, una marca política que va unida a la imagen de seriedad, experiencia y buena gestión,  a pesar de los graves casos de corrupción de la época pujolista. Sin embargo, Mas no ha podido revalidar la mayoría absoluta de su predecesor Jordi Pujol, y deberá moderar su lenguaje si quiere optar por el apoyo puntual del PSOE o del PP.

Con respecto a resultados, CiU con 1.198.010 votos y 62 escaños recupera su posición de partido clave en las clases medias urbanas y zonas rurales de Cataluña. El PSC con 570.361 votos y 28 escaños, obtiene uno de sus peores resultados, y pone fin a su línea nacionalista. El PSC deberá reconvertirse en el PSOE de Cataluña para recuperar un voto de izquierda españolista que ha emigrado a otras siglas o a la abstención. Sus compañeros de gobierno, ICV-EUiA, con 229.985 y 10 escaños, han sabido salir sin muchas pérdidas, y mantendrán su posición en una futura recuperación de Izquierda Unida en las municipales. En cuanto a ERC, con 218.046 votos y 10 escaños, han experimentado la pérdida de todo su voto convergente, que ha vuelto a su antiguo lar. La formación independentista deberá examinar profundamente si se transforma en un satélite de CiU, y como recuperar el monopolio de su voto soberanista. La colaboración con el PSC le ha supuesto la pérdida de una oportunidad histórica, que quizás no vuelva a tener nunca. Por parte del PP, su “lepenización” ha última hora le ha supuesto la superación del voto del histórico Vidal Cuadras. Con 384.019 votos y 18 escaños, irrumpe en el parlamento catalán como tercera fuerza y posible elemento decisorio de gobierno. El PP de Rajoy sabe que no puede ganar unas elecciones generales sin sumar apoyos en regiones como la catalana o la vasca, donde el voto útil que preconiza, precisamente se realiza a favor de otras formaciones.

En cuanto a las formaciones menores, Ciudadans de Rivera, ha sabido rentabilizar la campaña protaurina y el apoyo de algunso medios de comunicación significativos, que le apoyaron la primera vez que se presentó. El nacionalismo del PSC, le ha proporcionado los 105.827 votos del españolismo de izquierdas, que le han valido para mantener sus 3 escaños. Ayer fue el único político de primera fila que habló a sus seguidores en las dos lenguas, catalán y español. En el futuro, la UpyD de Rosa Díez, que cosechó cinco mil escasos votos, deberá ver si presionada por sus bases decide pactar con Rivera, una formación similar a la suya.

Otra sorpresa ha sido Solidaridad Catalana por la Independencia del histriónico Joan Laporta. Quien ha conseguido gracias a su fama como antiguo presidente del FC Barcelona, sacar tajada de los decepcionados de la política de ERC con el PSC. Sus 102.197 votos y 4 escaños, proceden del declive de ERC, y rompen el monopolio del voto independentista de la formación republicana. En cuanto a Reagrupement de Carretero, escicisión de ERC, no menor influencia en medios ha provocado una menor cosecha de votos, pero que no dejan de ser otros 39.922 votos favorables a la independencia catalana.

Sin embargo, quien se ha quedado en el mismo borde de la entrada, cuando los primeros resultados le otorgaban 3 escaños, es el PxC de Josep Anglada, quien con 75.321 votos, resultado de su mensaje contrario a la inmigración islámica ilegal, que propició CiU y después el tripartito desde la oficina de la Generalitata abierta en Marruecos, bajo la dirección de Angel Colom, ha convertido a la formación catalana en un elemento a contar en las futuras elecciones municipales, donde si consigue trasladar su potencial actual, se convertirá en una de las sorpresas de las próximas elecciones locales. El PxC ha recogido su cosecha principalmente en el interior de Cataluña, comarcas como Osona, Bages y Anoia, dodne ha rebasado el 3 % de los votos. En cuanto a Montse Nebrera, después de optar por un neoliberalismo  puro y duro, fue abandonada por parte de sus apoyos, conservadores sociales, y se lanzó en solitario con la marca Alternativa de Govern. No obstante, el impactante video promocional cosechó más críticas que apoyos. Sus 2.187 votos, ponen punto final a intentó la imposible regeneración católica del PP. Su negativa a sumarse a otras operaciones, careciendo de organización, le ha supuesto su desaparición.

En conclusión, CiU vuelve a construir la nación catalana, preferentemente hacia el exterior, y a convertirse en la formación determinante de la gobernabilidad española. Zapatero subsistirá gracias a su apoyo, y Rajoy deberá volver a pactar con los nacionalistas, como hizo Aznar, cuando puso el 30 % de los recursos económicos del país en sus manos. Desde entonces, la principal crítica que los analistas económicos extranjeros nos hacen, es el endeudamiento sin control que las administraciones “regionales” españoles realizan, poniendo en peligro la estabilidad del euro.