Miguel Ángel Guijarro. 15 de mayo. Nadie duda que el miércoles se disputó en el valenciano estadio de Mestalla la Final de La Copa de Su Majestad el Rey de España. En ella, dos equipos españoles (equipos de otras nacionalidades no pueden participar en esta competición) como el Athletic Club y el F.C. Barcelona. Sin embargo, aquello en algunos momentos no parecía un partido entre dos equipos españoles. La pitada, ya avisada, al Himno Nacional español fue un espectáculo bochornoso que nadie quiso parar y en el que muchos miraron para otro lado. Se sabía que eso podía pasar sin embargo nadie lo evitó, sigo sin adivinar en virtud de qué oscuros intereses. Lo peor es que mucha gente ha reído las gracias a aquellos que no respetaron uno de los símbolos de nuestra nación y que está para unir, nunca para separar. No voy aquí yo a criticar que mucha gente vasca o catalana no se sienta española, yo respeto lo que cada uno quiera creer o pensar, pero si me duele que se aproveche esta final para reivindicar aún no sé el qué. Si los que pitaron no se sienten españoles, si los presidentes no se sienten españoles, si muchos jugadores no se sienten españoles… ¿qué narices hacen jugando un título que les otorga la Copa de España? Puedo llegar a entender que no quieran la bandera ni el himno, por eso me parecería más coherente que desde el primer día renunciaran a jugar esta competición. Si no vas a respetar la competición, no participes en ella, así de simple. Y si la juegas, pides a tu gente respeto. En este país parece que respetar el Himno Nacional está mal visto, que enarbolar una bandera de España te engloba en un determinado sector, sin embargo si tu les criticas por eso mismo, es que eres un facha, un fascista y no sé cuántas cosas más. De verdad, me da pena lo vivido ayer ya que durante el partido y después de él, las dos aficiones dieron un ejemplo digno de recordar. Es el partido más bonito del año, en el que aunque gane uno, el que pierde gana algo también a su manera, por eso fastidia que la foto del partido sea la pitada al himno, el desprecio a los Reyes y el despido fulminante del Jefe de deportes de TVE, en vez del gol de Toquero o el excelente juego del Barça. Lo dicho, si no quieren la Copa de España, que renuncien a ella, que no participen y que sean coherentes con sus principios, unos principios que los demás si respetamos.