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Diario YA


 

Un Gobierno sin Capitán

Dando bandazos y nadie al timón de la nave

Miguel Massanet Bosch

“La democracia sustituye las designaciones que efectúa una minoría corrompida por las elecciones que efectúa una mayoría incompetente” es una frase que alguien, evidentemente inspirado, lanzó para que los ciudadanos de a pie dedicáramos un tiempo a reflexionar sobre ella. Y la verdad es que, vistos los resultados de nuestra particular concepción de lo que debe ser una “verdadera” democracia, deberemos reconocer que los frutos de ésta por la que nos regimos, distan mucho de ser los esperados y demuestran que la democracia no depende tanto de la sabiduría del pueblo en el momento de depositar sus papeletas en las urnas ( algo que, evidentemente, sería discutible y discutido), tanto cuanto por lo que da de sí una ley Electoral basada en listas cerradas y regida, en su reparto de escaños, por una ley obsoleta y evidentemente mejorable, como es la famosa Ley D’Hondt; que se ha demostrado que, a quien favorece en realidad, es a las minorías que, en muchas ocasiones, se convierten en bisagras entre los grandes partidos; con lo que logran hacerse con el control del poder y de la nación entera.

Y, si la entrada de los socialistas en el poder nos ha enseñado hasta donde las deficiencias de nuestro sistema democrático pueden afectar a los españoles y desvirtuar la esencia misma de lo que es un gobierno basado en los principios democráticos y garantizado por la independencia de los tres poderes fundamentales que nos legó Montesquieu; de modo que han salido a relucir los defectos de un sistema que no contempla ningún mecanismo realmente eficaz para deshacerse de los malos gobernantes, en defensa de los derechos y los intereses de la ciudadanía. La experiencia de los 7 años que hemos estado sometidos a sus caprichos, a sus frivolidades, a sus trucos y martingalas y a la supeditación de los intereses generales del país a sus particulares aspiraciones, a sus sectarios adoctrinamientos y a sus maquinaciones fraudulentas para obviar el cumplimiento de las leyes, puentear la Constitución y prostituir la Justicia y a muchos de los encargados de impartirla; nos ha llevado a desconfiar de cualquiera de sus decisiones, siempre dudando de lo que se pueda esconder detrás de ellas, y con la sospecha de que están usando todos los subterfugios legales y lagunas doctrinarias para arrimar el ascua a su sardina partidista.

Hemos visto las consecuencias de los traspasos en materia legislativa en Andalucía. Les ha permitido, al señor Griñán y a IU, inquietos por los resultados abrumadores a favor del PP en las elecciones de 22 de mayo pasado, urdir una de sus habituales martingalas jurídicas, para evitar que los alcaldes del PP puedan compaginar sus cargos con el de miembro del Parlamento Andaluz. Resulta absurdo y, mucho me temo, contrario al espíritu Constitucional que, a tiro pasado, cuando han visto que los resultados electorales les han sido adversos, quieran modificar unas leyes para perjudicar al partido vencedor en las elecciones. Nos tememos que cuanto hagan en Andalucía, con los precedentes de los desvaríos del señor Chaves, el gran robo a los obreros en paro perpetrado a través de los ERE’s fraudulentos y el gran paro registrado; las previsiones que se barajan para las próximas elecciones son tan favorables al Partido Popular que lo han llegado a situar con 16 puntos por encima del PSA; fomente estas cacicadas. ¿A eso le llaman honradez? Un partido que se ha enriquecido a costa de una región donde el pueblo se ha empobreciendo, ¿puede empecinarse en querer decir que, si viene el PP, las cosas van a empeorar?, ¿más de lo que ellos las han desmejorado? ¡Imposible!

En cuanto al candidato, señor Pérez Rubalcaba cada día nos reafirma en nuestra impresión de que, una cosa es su labor subterránea, sus rasputinadas, sus manejos de información privada y sus evidentes trucos para destapar casos que perjudiquen a sus “enemigos” de la derecha y otra cosa es su capacidad para actuar a cielo abierto, mostrarse como un verdadero candidato a la presidencia del gobierno y controlar sus declaraciones; algo que parece que, de momento, le viene fallando. Si el otro día añoraba a sus cofrades de hace 100 años, ignorando las maldades que cometieron, hace poco dio otra muestra del poco control de sus palabras al referirse a la gran catástrofe de Noruega, con el asesinato masivo de casi 100 personas. No se le ocurrió decir otra cosa más apropiada que: “el atentado duele más porque los muertos son socialistas”. Veamos si somos capaces de entenderlo. ¿Debemos pensar que, el señor candidato del PSOE, si los asesinados cometidos por el loco noruego hubieran sido de monárquicos o del PP o musulmanes, se hubiera sentido más aliviado? Hay cosas que parece que, para los directivos del PSOE, como ya les ocurrió a sus antecesores de la II República, no tienen importancia, como los sacerdotes asesinados en la Revolución de Asturias o en las checas de Madrid, Barcelona o Valencias o en las famosas “sacas” de las cárceles de Madrid para los asesinatos de Paracuellos del Jarama o los asesinatos en el vapor Ecuador del puerto de Barcelona. Como no eran de los suyos no les importaba un ardite si, con dichas barbaridades, contribuían a lograr sus objetivos de cambiar España. Azaña ya lo decía cuando, en Mayo de 1931, cuando le pedían que sacara a la Guardia Civil para reprimir la quema de conventos a cargo de los sicarios de la revolución, “¡Todos los conventos de Madrid no valen la vida de un Republicano!”.¡Pues vaya!

Lo que ocurre, señores, es que en España la Justicia ha quedado en manos de los socialistas y, si no se evita, la van a utilizar a su favor mientras estén en el gobierno. Ahora se está tramando darles más poder a los fiscales en la instrucción de los sumarios, Bajo el mando del Fiscal General del Estado, nombrado directamente por el Gobierno, un señor que ha venido dando muestras de un sectarismo evidente, ha utilizado la doble vara de medir, según que sus “víctimas” fueren del PP o lo fueran de los suyos, los socialistas. Mientras en el caso de los primeros se ha actuado de cara a la galería, crucificándolos antes de que se demostrase su culpabilidad; en el caso opuesto parece que, a los pocos días de iniciarse el procedimiento, los fiscales o lo sobreseen o desaparece misteriosamente como Guadiana jurídico, para que no se vuelva a hablar más de ellos. Recordemos el caso de la financiación ilegal del señor Chaves a su hija; los negocios turbios del hijo de Chaves en sus intermediaciones con la Administración; el caso de chivatazo (Faisán) a los etarras de Irún por miembros de la policía; un supuesto delito que se comenzó a instruir por el juez Garzón (que pretendió darle carpetazo) y se revivió por mediación del juez Ruz y los informes de una juez francesa. No obstante, respecto a este tema ya la fiscalía ha vuelo, siguiendo órdenes superiores, a intentar descafeinar el caso, procurando que se retire la acusación de “colaboración con banda armada” para que todo quede en encubrimiento o revelación de secretos oficiales, con lo cual el caso iría a un juzgado de Irán y allí moriría por consunción.

Trucos, jugarretas, manipulación de la Justicia, prevaricaciones y ¡aquí no pasa nada!, nadie chista y todos se prestan a este juego macabro para España y para los españoles. España está al borde del abismo y, si hay alguien que lo dude, basta que mire como está nuestra deuda, la deuda de las comunidades autónomas y nuestra tasa de paro; pero, aún así, dejamos que transcurran los meses haciéndoles el juego a estos que han sido los culpables de nuestra situación actual. Todos agazapados en sus cubiles sin que nadie se atreva a dar el primer paso.