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Editorial: "Del PP a UpD"

Uno de los asuntos que viene ocupando la atención informativa en los últimos tiempos es el supuesto trasvase de intenciones de voto que se está produciendo desde el entorno del PP hasta el de UpD, el partido formado y liderado por Rosa Díez. Lo cual, en sí mismo, no es ni bueno ni malo, pero desde luego sí explica bastante lo que es hoy la sociedad española, lo que es España políticamente hablando y qué futuro se puede vislumbrar teniendo en cuenta las circunstancias presentes.

Porque veamos: UpD, por más vueltas que se le quiera dar, es un partido de izquierdas. Rosa Díez ha militado siempre en el socialismo, el programa político de su nueva formación es claramente progresista, pero tiene una vertiente digamos que “jacobina”, la de la defensa a ultranza de la unidad de España, con la cual ha adelantado por la derecha al partido de la derecha de toda la vida, el PP. Lo cual tiene su coña marinera, ciertamente, y da para más de un chascarrillo y chiste rápido.

Es decir, si la derecha hubiera sido fiel a su trayectoria desde la Transición en lo que se refiere al modelo de España, sus votantes de entonces no le darían ahora la espalda; pero resulta que el PP de hoy está de acuerdo en negociar con los nacionalistas si es necesario para poder gobernar, y además ha firmado algunas reformas estatutarias que, en la práctica, van nítidamente en contra del espíritu de la Constitución, como el de la Comunidad Valenciana o el de Andalucía. ¿Puede sorprenderse, pues, la cúpula pepera de que UpD, un partido de izquierdas, le robe votos, o al menos intención de ellos?

Algunos se preguntan en voz alta: llegado el caso, ¿a quién apoyaría parlamentariamente Rosa Díez, a Zapatero o a Rajoy? Se admiten apuestas, oigan, pero la lógica indica que apoyará a Zapatero, porque su programa político coincide más con el del PSOE que con el del PP. Aún así, ¿es lógico que haya, según parece, miles de antiguos votantes del PP dispuestos a entregarse en las urnas a UpD? Pues también. Esto es lo que pasa cuando los que protagonizan la democracia no se leen los programas de los partidos políticos: que se desnaturaliza el sistema.

No es la falta de firmeza, como a veces se afirma, lo que le hace perder apoyos al PP, sino la falta de coherencia con los principios fundacionales. ¿Puede haber mejor ocasión para recuperarlos, sostenerlos y afianzarlos, que en medio de una crisis económica espantosa que ha conseguido llevar a la ruina a cientos de familias, y que amenaza con durar tanto como el actual Ejecutivo, por lo menos? Pues no señor. Mientras engorda UpD, los de Génova soportan chistes en el bar a propósito del “Partido P´ayudar”. Es de camarote de los hermanos Marx.

Jueves, 8 de enero de 2008.

 

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