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el dirigente socialista, que formó parte de la mesa negociadora con eta, se remonta a los fueros del s.xix para explicar el separatismo vasco

Eguiguren dice ahora que hace falta una "fórmula de convivencia entre vascos diferentes"

Redacción Madrid. 9 de Octubre.

   El presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren, abogó hoy por lograr una "fórmula de convivencia entre vascos diferentes" y buscar "su encaje en la España democrática".A su juicio, los instrumentos para lograr el "arreglo" del contencioso vasco "están ahí" y "no es una cuestión de leyes, que tengamos una autonomía discutible o que la Constitución sea de esta forma o de la otra", sino una tarea que tienen que hacer los políticos.

   Asimismo, consideró que en el País Vasco "todo aquel que intente una vía ajena al compromiso y el acuerdo, es una vía muerta. No porque Madrid dice que no, sino porque hay una parte de los vascos que dice que no y punto, que es lo que ha pasado en estos últimos años", al tiempo que apostó por la "vía vasca propia" para solucionar el conflicto.

   Eguiguren presentó en San Sebastián, junto al editor Luis Haranburu, su libro 'El arreglo vasco', escrito en 2003, en el que realiza un repaso de la historia política del País Vasco desde las leyes de 1839 y 1876, que hacen referencia a los fueros, y que, según dijo, "resulta muy actual" porque "contribuye a comprender lo que ocurre ahora" y revela conclusiones "asombrosas" que "no coinciden con las teorías que nos ha enseñado el nacionalismo".

   El dirigente socialista explicó que en 'El arreglo vasco' se sostiene que "la idea de la solución que se ha extendido hoy, que todo el mundo tiene una fórmula para solucionar este problema, unos aprobando la autodeterminación o Ibarretxe dice que haciendo la consulta", es una "polémica falsa", porque el verdadero problema es que en Euskadi "hay distintas formas de pensar, distintos proyectos de futuro y distintas herencias históricas".

   "FORMULA DE CONVIVENCIA"

   En ese sentido, abogó por conseguir una "fórmula de convivencia entre vascos diferentes" y, una vez conseguida, "buscar su encaje en la España democrática". "Esto que parece tan sencillo es algo que lo sabían muy bien los foralistas, porque el arreglo que utilizo yo no me lo he inventado. Se trata de un compromiso relativo, provisional, que habrá que renovar cuando pase un determinado tiempo", agregó.

   Eguiguren remarcó que "no es una cuestión de leyes, que tengamos una autonomía discutible o que la Constitución sea de esta forma o de la otra", sino que "todos los elementos para que los vascos puedan llegar a un acuerdo entre ellos y después a un acuerdo con Madrid están ahí, pero esa tarea la tiene que hacer la política" porque "una ley no puede resolver el tema, ni ninguna formula mágica".

   Por ello, consideró que la "culpa" será de los políticos si éstos no logran "el entendimiento y el compromiso entre vascos que pensamos de forma distinta". "Con las mismas leyes y la misma Constitución, si hay políticos serios, responsables, prudentes y que saben hacer las cosas bien, puede haber un arreglo, pero si hay unos políticos torpes, ignorantes, que lo saben hacer mal, no van a ser capaces de llegar a ese acuerdo", consideró.

   En su opinión, esta polémica se genera desde el momento en que hay dos partes políticas que defienden la validez del Estatuto, por un lado, y la "muerte" de este texto por otro, porque "es evidente que el arreglo parcial que se produjo con la aprobación el Estatuto de Gernika se pone en cuestión".

   "Creo que si algo han demostrado todos estos años es que el que se sale de la filosofía del acuerdo, se choca contra la pared. Se deduce de todos estos principios que en el País Vasco, todo aquel que intente una vía ajena al compromiso y el acuerdo, es una vía muerta. No porque Madrid dice que no, sino porque hay una parte de los vascos que dice que no y punto, que es lo que ha pasado en estos últimos años", subrayó el dirigente socialista.

   PROCESO DE PAZ

   Por otro lado, Jesús Eguiguren afirmó que, en la medida en que él "algo pudiera haber influido en lo que fue el diseño del último proceso de paz", nunca se basó en la experiencia irlandesa, en la de Canadá o la de otros sitios "sino que venía ya con el convencimiento absoluto de que la única vía válida en Euskadi es una vía vasca propia que ha solucionado conflictos muy difíciles de resolver".

   En ese sentido, destacó que, "después de lo que ha pasado, todo es discutible, pero sigue siendo válido este planteamiento, dejando al margen el terrorismo de ETA, porque hoy estoy limitado para hablar porque, cualquier palabra que diga, se quiere discutir y crear un conflicto".

   "Creo que la otra parte del arreglo entre las fuerzas políticas vascas sigue estando plenamente vigente o pendiente. Todo lo que se dice sobre esta cuestión es totalmente válido, al margen de lo que haya pasado o dejado de pasar con el proceso de paz", concluyó.

 

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