Emma García

Todo lo que ocurre puede ser vivido en directo en la red. Esto lo saben los nativos digitales y no quieren que nada que afecte a su entorno social se escape a su conocimiento. De joven recuerdo que cuando llegaba el fin de semana y nos reuníamos la panda de amigos, pasábamos las primeras horas contándonos  las aventuras de la semana. Sin embargo, hoy en día no hay que esperar toda una semana para saber cómo le salieron los exámenes a fulanito o cómo superó menganita la ruptura con su novio. Si no te enteras “a tiempo” de las noticias de tus colegas estás desactualizado/a, pues el fin de semana, lo ocurrido durante la semana ya no es noticia. Así que tendrás que investigar "los muros" ajenos si no quieres estas fuera de onda.

La gran paradoja con la que nos encontramos en este mundo digital, es que a la vez de tener la posibilidad de enterarnos de lo que está ocurriendo justo en el momento en que está ocurriendo, podemos enterarnos de lo que ha ocurrido en el pasado y traerlo al presente como si estuviera ocurriendo. Parece que el tiempo en cierto modo se contraiga y minimice los períodos entre acontecimientos. Sin embargo, la inmediatez de la noticia deja paso a la perpetuidad de la misma. ¿Cómo afecta esta realidad al actual concepto de tiempo?

Sabemos que a veces las noticias vuelan como la pólvora, y en internet cualquier suceso puede ser expandido a la velocidad de la luz por un territorio ilimitado. Algunas redes sociales, como twitter, facebook o tuenti, propagan las noticias a través de miles de voces simultáneas, y cada una aporta su percepción y visión del acontecimiento. En mayor o menor medida cualquiera puede convertirse en periodista digital, desde cualquier edad. La tecnología posibilita al máximo la libertad de expresión ¿Cómo puede afectar esta disparidad a la objetividad del mensaje?

A veces, voces mal intencionadas propagan bulos o aprovechan su información para dañar la imagen de alguien. Sabemos que la accesibilidad que da internet a la intimidad personal puede convertirse en un arma arrojadiza. ¿Están los nativos digitales preparados para caminar por este terreno? ¿Cómo podemos los adultos servir de modelo en esto? Vivir a conciencia con nuestros valores es fundamental para transmitirlos a nuestros hijos, en cualquier medio en el que nos movamos. No necesitamos ser expertos internautas para educar en buenos usos de los medios de comunicación digitales. Aunque sí deberíamos desarrollar habilidades personales para mostrarles con el ejemplo cómo superar situaciones que se nos escapan de la mano.