Roque de Aragonia. Miles Christi. En un país verdaderamente democrático, mañana sería una de las últimas oportunidades para conseguir que el “Gobierno de España” modificara su postura sobre la nueva ley del aborto. Pero España ya no es un país democrático y a su gobierno no le importa nada lo que piensen una gran mayoría de los españoles. Ya lo ha demostrado muchas veces.

La España de hoy (por culpa del llamado Gobierno de España) negocia con terroristas, paga
rescates a los piratas de Somalia, se alía con los presidentes de las antes orgullosas naciones a las
que con su gestión han convertido en “estados fallidos”.
El Gobierno de España habla de multilateralidad, de derechos humanos, de visión global, de alianza
de civilizaciones y de estado del bienestar cuando está dispuesto a legalizar el asesinato selectivo y
sistemático de los más débiles y a proporcionar a las mujeres a las que va a empujar a abortar una
vida plena de remordimientos y sentimiento de culpa.
El Gobierno de España muestra la oposición a la nueva ley del aborto como una postura política
y/o religiosa y no es así. Es una postura ética, es una postura de derecho natural. Y el derecho
natural, es decir, las normas que automáticamente adopta la sociedad para proteger todo aquello
que la diferencia de un rebaño, es lo que hasta fecha constituía la base de las normas jurídicas.
Con la nueva ley del aborto volvemos a la prehistoria en la que las tribus abandonaban los más
débiles (los niños y los ancianos ¿?) para que no les retrasaran en su nomadeo en busca de pastos
y caza o para que no consumieran los escasos recursos de que disponían.
Con esta ley el Gobierno da otro golpe a la familia que tradicionalmente ha sido considerada la base
fundamental de la sociedad. Y por cierto: sólo hay un tipo de familia. Ya esta bien de intentar
engañar a la gente.
Además de lo que ya he dicho, que nada tiene que ver con la religión y la ideología, debo y quiero
decir lo siguiente:
Si, soy católico, apostólico, romano y en la defensa de los más débiles no voy a poner la otra
mejilla.
Si, soy conservador, lo que ahora y con desprecio se llama de derechas, amo profundamente a mi
Patria, diversa pero unida. Creo que desde Fisterra hasta Gata y desde Roses hasta Punta Umbría
los españoles deben poder atravesar España teniendo los mismos derechos. Creo en la honradez y
en el esfuerzo personal. Creo en la educación y en la cortesía. Creo en el matrimonio, en la fidelidad
y en la amistad. Creo en la austeridad, en el espíritu de sacrificio y en la lealtad.
Si, estoy frontalmente en contra de absolutamente todo lo que está haciendo el Presidente del
Gobierno, pero también estoy frontalmente en contra de lo que hace y no hace, de lo que dice y no
dice, el Sr. Mariano Rajoy, quien más que líder de la oposición parece el Ministro de la Oposición.
¿Cómo se puede ser tan tibio y cobarde?
No va a servir para nada, pero hay que ir a la manifestación de mañana 17 de octubre.