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Diario YA


 

un laico como él, que se reconoce liberal y agnóstico

El ex presidente del Senado italiano cuenta en Madrid por qué debemos considerarnos cristianos

José Luis Orella. Alfredo Dagnino, presidente de la Universidad CEU San Pablo, presidió el acto de presentación del libro del expresidente del Senado italiano Marcello Pera  Por qué debemos considerarnos cristianos en el Salón de Grados de la Universidad CEU San Pablo. Estuvo acompañado de José María Aznar, presidente de la Fundación FAES y de José Miguel Oriol, presidente de Ediciones Encuentro
José María Aznar, aludió a su vieja amistad con Pera, por una parte subrayó la tragedia que sería para Europa perder su legado cristiano, manifestó que un cristiano no debe conformarse con lo que hacen las instituciones políticas, cuando éstas desprecian en sus actos lo que considera el cristiano que es ley natural. Ya que para el expresidente del gobierno existen diversas leyes naturales. Desde su nueva representación de presidente de una fundación de elaboración ideológica, subrayó la importancia de un liberalismo con raíces cristianas y dio cuatro directrices para mejorar la forma de hacer política: preservar el legado de la cultura europea, no perder el mensaje religioso, entenderlo como carácter personal y diferenciar entre ámbito estatal y público. Finalmente dijo que el Estado no debía hacer las veces de escuela, familia o Iglesia.

Por su parte, Marcello Pera explicó las razones por las cuales un laico como él, se reconoce liberal y agnóstico, había escrito un libro no de religión sino para explicar a los liberales laicos, como él y el propio Aznar, que la democracia y el liberalismo habían triunfado en Europa y en América, al fundamentarse en la creencia de unos derechos fundamentales de la persona, y estos derechos eran hijos de una cultura cristiana. Señaló que aquella identidad unía a EEUU, Europa e Israel, pero la diferenciaba de Maruecos o Turquía que provienen de otro bagaje cultural. También aludió a que su libro era para liberales, que no habían querido escucharle, mientras que si lo habían hecho los católicos en sus foros de opinión. Finalmente habló del peligro de la dictadura del relativismo del que nos aviso el Papa Juan Pablo II. En el turno de las preguntas, analizó que una de las causas de que la Iglesia no se vea respaldada por parte de la sociedad, había sido por su aceptación de ciertos modernismos de la democracia, para pagar la “deuda moral” contraída por su complicidad con algunos regímenes autoritarios en Italia, España y Francia.
En definitiva, una lectura apasionante para ver la trayectoria de un viejo liberal lejano de  la fe, pero que en su búsqueda de la verdad va acercándose a ella, abandonado por los suyos. Resultaba curioso constatar como subrayaba la defensa de los derechos fundamentales que habían escrito pensadores de finales del siglo XVIII y del XIX, que como historiadores sabemos, ya eran defendidos en el siglo XVI en la Universidad de Salamanca. Esperemos que Benedicto XVI, amigo personal de tertulia, le descubra la riqueza de los intelectuales arcanos católicos, y con ello del depósito del mensaje salvífico de Jesús. Un Pera católico tendría una fuerte influencia en personas con ausencia de formación cultural católica, como el propio Aznar.