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después de la dimisión en pleno del Gobierno por el escándalo de Fortis

El Rey de los belgas encarga formar Gobierno al presidente del Parlamento

Redacción Madrid. 29 de diciembre.

   El Rey Alberto II de Bélgica pidió ayer al presidente del Parlamento del país, Herman Van Rompuy, que forme un nuevo Gobierno para poner fin a la tercera crisis política en lo que va de año y dar respuesta a la recesión que se avecina.

   "Ha aceptado la designación", comunicó el Palacio Real belga a través de un escueto comunicado.

   Van Rompuy, democristiano flamenco de 61 años de edad, es presidente de la cámara baja del parlamento belga y se enfrenta a los desafíos de cerrar la división lingüística de Bélgica y de acabar con la caída económica por la crisis financiera global.

   El encargado de formar Gobierno sucederá en el cargo al también cristianodemócrata Yves Leterme, cuya administración cayó el pasado 19 de este mes, después de que el Tribunal Supremo dijera que existían claros indicios de intromisiones políticas en la medida de rescate al malogrado banco Fortis.

   Van Rompuy tiene reputación de ser un radical a nivel intelectual y presupuestario. No en vano, fue ministro de Finanzas entre 1993 y 1999 y redujo la deuda pública de Bélgica en un 130 por ciento en su primer año. Además, últimamente también ha expresado sus dudas acerca de los planes del Gobierno de para salir de la coyuntura económica.

   La designación de Van Rompuy como "formador" se produce tras una misión de mediación de seis días por parte del ex primer ministro Wilfried Martens. Los medios de Bélgica afirman que la mayor tarea de Martens fue la de convencer a Van Rompuy, que se mostró reacio, para que aceptase el cargo.

   Carl Devos, analista político de la Universidad de Gante, opina que "es una pequeña sorpresa porque rechazaba hacerlo". "Creo que la presión que hubo de soportar Van Rompuy fue enorme", comentó. Sin embargo, Devos está convencido de que Van Rompuy "tiene el respeto de todos los partidos. Tiene mucha experiencia, aunque nunca ha tenido que encabezar un Gobierno y este no es de ninguna manera el momento más fácil para asumir el cargo".

   Se prevé que Bélgica, sede de la OTAN y de la UE, entre en recesión en el último trimestre del año, por lo que precisa de un Gobierno que actúe con un paquete de medidas de rescate para su economía, logrando un acuerdo, y resolviendo la debacle de Fortis. Los inversores de este banco, furiosos por ver cómo sus participaciones se desploman por debajo de un euro, ganaron una apelación a comienzos de este mes que les sirvió para congelar el proceso de venta de sus participaciones en Holanda, Luxemburgo y Bélgica al banco BNP Paribas. Así, su propósito de que el trato sea renegociado, podría producirse.

   No obstante, la actitud de Van Rompuy en una entrevista con el diario 'De Standaard', en la que aseguró que se encuentra en el "otoño" de su carrera política, no invitan a pensar que pueda ser él quien solucione todos los problemas actuales del país. "Ya no me siento indispensable", declaró.

   A pesar de ello, Van Rompuy es la única persona del panorama político belga sobre el que los cinco partidos de la coalición se han puesto de acuerdo.

   Su habilidad para cerrar la división cultural puede resultar decisiva para evitar que siga la crisis política y que se siga especulando sobre la fragmentación del país, que tiene 178 años de antigüedad.

   Por el momento, se desconoce hasta cuando ocuparía Van Rompuy el cargo, aunque Devos afirma que podría ser hasta 2011, cuando están previstas las próximas elecciones federales. Por otra parte, podría ser sólo dentro de unos meses, cuando Leterme haya sido expulsado por una comisión parlamentaria.

 

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