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Diario YA


 

El corazón de la mujer late, desde que se entera que está embarazada, por dos y para dos vidas, la suya y la de su hijo

En el corazón de una mujer

Carmina García-Valdés
Fundación RedMadre

Desde el mismo instante en que una mujer que es inmigrante, o menor de edad, o que vive una situación económica complicada, confirma su embarazo, se producen en ella distintas emociones y sentimientos. Por una parte, una sonrisa asoma a su rostro por la buena noticia que supone la futura maternidad. Pero, al instante siguiente, apenas unas décimas de segundo en muchos casos, esa sonrisa se borra y surge la angustia, la inseguridad y el miedo por la repercusión que tendrá en su entorno la noticia de ese embarazo que no estaba previsto.

En el corazón de la mujer estalla una tormenta de emociones, que tiene que vivir en soledad. El hombre que la ha dejado embarazada, suele echarle la culpa, hacerla responsable única de ese embarazo; la familia le reprocha el inoportuno momento para quedarse embarazada, o la inmadurez para asumir la responsabilidad de ser madre; sus amigas la inquietan con la idea de afrontar un embarazo en soledad, y minimizan las secuelas del aborto para ella.

Algunas veces la mujer tiene que escuchar cosas que la angustian aún más: “o abortas, o te dejo”… “si no abortas, no vas a poder seguir trabajando aquí”… “no tienes nada que ofrecerle a tu hijo/a, no existe ningún tipo de ayuda, sólo puedes abortarlo”… “espera un tiempo más para que el aborto sea totalmente efectivo, para que estés segura de que te lo sacan del todo”… “tienes que abortar porque hay una relativa probabilidad de que tu hijo venga con una malformación y no vas a cargar con un hijo enfermo el resto de tu vida”…

En esta situación se encuentra la mayoría de las mujeres que acuden a REDMADRE para solicitar información, orientación y ayuda en su embarazo. Vemos cada día el sufrimiento de mujeres que, si no tuvieran todo ese tipo de presiones, afrontarían su futura maternidad con la seguridad de que al nacer sus hijos tendrán en ellos el motor de sus propias vidas, la razón para salir adelante a pesar de las dificultades.

El corazón de la mujer late, desde que se entera que está embarazada, por dos y para dos vidas, la suya y la de su hijo.