Miguel Angel Guijarro. Leía el otro día en la playa la intención, dicen, de Florentino Pérez de poner los partidos a las tres de la tarde. Se hablaba de cifras astronómicas en ingresos televisivos y de no sé  cuántas cosas más. Siempre que se habla del presidente blanco, los números le sobrevuelan como en los antiguos comics al ‘Tío Gilito’ y como palmeros, determinados informadores hablaban de los horarios de otras ligas como la inglesa, la alemana y la italiana.

Puede ser muy rentable el fútbol a las tres de la tarde pero en nuestro país, esa hora está reservada a otros menesteres como por ejemplo el aperitivo y más un domingo. Aunque no se haya pisado la tierra de ‘Su Graciosa Majestad’, tierras de Wagner o la de Napoleón, todos sabemos que las costumbres en esos países no tienen nada que ver con las de nuestro país. Aquí la hora de la comida es muy diferente a la que tienen en Francia, Alemania y el Reino Unido, la vida aquí es radicalmente diferente por lo que poner partidos a las tres de la tarde, estará muy bien para los ingleses, esos que aunque el partido sea a las tres de la tarde, llegan al campo con la digestión hecha tras haber comido a las doce y media pero para nosotros no. De por sí el fútbol es motivo de conflicto en muchos matrimonios por lo que si los maridos dejan la comida familiar de los domingos por ir a ver a Cristiano Ronaldo, seguro que más de uno tendrá problemas de convivencia. En el Bernabeu, las mejores entradas se registran en los partidos que se disputan a las cinco de la tarde, esa hora si gusta en España y no las diez de la noche o las nueve los domingos.

Ese horario permite que las familias convivan y lo que a mi me parece más importante, que los niños vayan al campo ya que con horarios nocturnos, es muy difícil llevar a los niños a los estadios. Antes los partidos eran o por la mañana o a las tres de la tarde, pero era más una obligación por la falta de iluminación, luego irrumpieron las televisiones y desvirtuaron en muchas cosas esta competición manejando a los clubes que vendieron sus amas por tener las arcas medio llenas para gastar. Seamos sensatos, preocupémonos de los que ven los partidos aquí y dejemos al resto del mundo con sus horarios y constumbres..