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Frutos podridos del Brexit: Crimen Organizado e inseguridad ciudadana

Daniel Ponce Alegre. Diplomado en Seguridad y Defensa - UNED. Hace ahora dos semanas, en plena temporada estival, la Guardia Civil, en colaboración con la National Crime Agency - NCA del Reino Unido y la Merseyside Police de Liverpool, desarticularon una organización criminal en la costa levantina. Dicha estructura criminal estaba formada por cuatro individuos que actuaban entre ambos países y fueron responsables del secuestro y asesinato de un ciudadano británico en 2014 en Jávea, cuyo cadáver apareció en la costa de Orihuela con graves signos de maltrato y en muy mal estado, siendo la actividad delictiva de dicha organización antes de ser desarticulada el narcotráfico, la falsificación documental, el blanqueo de capitales y la venta de joyas robadas.

Tras las primeras investigaciones, los agentes identificaron el cuerpo de Francis Brennan, un ciudadano inglés de 25 años de edad, que había sido secuestrado por tres personas que se hicieron pasar por policías, en enero de ese año 2014 en Jávea. Posteriormente, la Guardia Civil y los Cuerpos de Seguridad británicos detuvieron a Paul Scott en un aeropuerto ingles privado como presunto autor intelectual del homicidio. Los agentes determinaron que la causa de la muerte de Brennan estaría motivada por una posible deuda relacionada con las drogas que el fallecido había contraído con el detenido. Un mundo delictivo en el que ambos se movían y por el que Scott era buscado para el cumplimiento de una condena a cadena perpetua por introducir en Inglaterra más de 40 toneladas de cocaína.

En 2015, continuaron las investigaciones del caso y los agentes de los dos Cuerpos Policiales detuvieron a Paul Graham en Jávea, presuntamente implicado en el secuestro y asesinato, así como con actividades vinculadas al tráfico de drogas y al blanqueo de capitales. Era una de las 10 personas más buscadas del Reino Unido y en el momento de su detención los agentes de la Guardia Civil hallaron 125.000 euros en efectivo ocultos en una maceta, una pistola con silenciador, pasaporte esloveno falsificado y documentación. Ha sido condenado a 18 años de prisión en Inglaterra.

Durante la Operación, se practicaron cinco registros domiciliarios, dos en Liverpool, en los que se intervino dinero, joyas, 60 kilos para la adulteración de estupefacientes y documentación relevante relacionada con la investigación, que por motivos de seguridad de la investigación no revelamos desde este Diario; y tres registros más en España en los que se incautaron 30.000 euros, joyas de gran valor, dos vehículos, un inhibidor de frecuencia y propiedades por valor de 2 millones de euros, además de haber sido necesario el bloqueo de varias cuentas corrientes.

La coordinación de los cuerpos policiales ha sido crucial en el éxito de la Operación, y dicha coordinación se verá profundamente perjudicada tras el Brexit como consecuencia de las diferencias competenciales, burocráticas y metodológicas, con la consiguiente impunidad del mal y el perjuicio para aquellos que deseamos la paz y la seguridad, aún sabiendo que éstas son relativas en este mundo pues no dependen totalmente de nosotros; con todo es nuestra responsabilidad hacer lo posible para conservar esta seguridad y paz relativas.