Emma García

Mi padre siempre me decía que la información es poder. Y no se equivocaba, hubo una época, no muy lejana, en la que se requería un gran esfuerzo personal y mucha perseverancia para obtener información. Con la aparición de internet en nuestras vidas eso ha cambiado. Ahora el poder ya no reside en el conocimiento en sí, si no en el uso del mismo. Obtener información en la red se ha vuelto algo tan sencillo como usual. Todo lo que ocurre está en la nube, al menos todo lo que ocurre e importa a la mayoría de la gente.

Internet es la nueva fuente de conocimiento. La espesa enciclopedia ha sido sustituida por la wikipedia, ante el espanto de quienes como yo amamos el olor de las tapas de los viejos libros y el sonido de sus hojas. En ciertos sitios virtuales están colgados apuntes y trabajos que sirven de gran ayuda a los estudiantes para cubrir el expediente. Si bien los escolares españoles nunca se han caracterizado por su interés por la investigación, ya ni siquiera es necesario transcribir la información, ahora basta con un copy-pega.

Y ¿de verdad pensamos que hacen algo diferente a lo que hacemos  los adultos? Es de sobra conocido que lo que nos llega a través de los medios de información es lo que interesa que llegue y de la forma que interesa que llegue. Y con eso nos conformamos, la mayoría ni siquiera intentamos contrastar la información leyendo noticias en medios de diferentes ideologías. Sin embargo, nos llevamos las manos a la cabeza cuando los jóvenes se creen lo que escuchan, ven y leen en la red. Aunque la wikipedia carezca de rigor científico, al menos responde a la sabiduría popular. ¿Dónde está el pensamiento crítico en nuestra sociedad? No podremos enseñar a nuestros hijos a pensar, mientras lo que hacemos los adultos es replicar lo que escuchamos, sin antes investigarlo o filtrarlo por nuestra lógica. Así que sería muy enriquecedor si el gran poder que encierra internet lo usáramos todos para pensar, y no solo para “compartir” o “retuitear”.

Los nativos digitales de hoy se convertirán en los pensadores de mañana, serán los futuros blogeros y community manager. Para que hoy y entonces usen internet correctamente necesitan aprender a analizar la realidad con espíritu crítico, y para ello necesitan modelos a seguir. Y de eso tristemente hay muy poco hoy en día. Si bien es cierto que últimamente nuestra sociedad está aireando sus trapos sucios (aunque obligados por la coyuntura económica), durante décadas hemos mirado hacia otro lado mientras ocurrían injusticias y despropósitos. Y ahora pretendemos que los jóvenes gocen de mente analítica. Pues bien, primero es necesario hacer autocrítica para luego dar ejemplo. En vez de evitar que nuestros hijos  usen internet, ayudémosles a usarlo como lo que es, como un contenedor de información y como una herramienta de divulgación de esa información. Entonces podremos enseñar a nuestros hijos a usar el poder de la información de forma útil y consciente.