José María Solanes. La Cámara de los Diputados italiana ha aprobado recientemente, prácticamente por unanimidad (solo dos abstenciones), una ley que desea garantizar el acceso a los cuidados paliativos y a la terapia del dolor.

         Entre las innovaciones de esta ley figura el llamado proyecto “hospital-territorio sin dolor”, para mejorar la calida de vida de quienes padecen sufrimientos físicos graves, así como el apoyo a sus familias. A juicio de altos cargos de ministerio de sanidad italiano, importa mucho atender adecuadamente a las personas más débiles para asegurar un prudente equilibrio entre la tutela de la vida y la libertad de elección de terapias.

         Y hasta aquí, una noticia positiva en la que se observa el sentir de todo un parlamento nacional, el italiano, a favor de la vida y respeto a la dignidad de la persona.

         En contraste con esta noticia buena, pasemos a la noticia aparecida recientemente, contraria totalmente al respeto por la vida de toda persona, pisoteando su dignidad. La noticia procede de la Junta de Andalucía, y es la siguiente:  

       La Junta de Andalucía ha presentado, para su discusión en el Parlamento Andaluz, un proyecto de ley titulado “Ley de Derechos y Garantías de la Dignidad de las Personas en el Proceso de la Muerte”. En tan largo y complicado título, se esconde una palabra, a la que le tienen miedo los promotores de colocar, como es la EUTANASIA.

         La Junta considera a este proyecto de ley, como pionero en España, regulando la “muerte digna”, haciendo prevalecer los derechos del paciente a poner fin a su vida decidiendo no recibir determinados tratamientos.

         Al conocerse la noticia, un partido político, no el PP ni por supuesto el PSOE, hizo público un comunicado en el que denuncia “la puesta en marcha de una ley para legalizar, encubriéndola semánticamente, la Eutanasia en Andalucía”, recordando asimismo que la puesta en marcha de esta normativa es posible porque el Estatuto de Andalucía, apoyado por el PP y el PSOE, en su articulado abría la puerta a la Eutanasia.