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Diario YA


 

la población cristiana la que sufre más horriblemente la represión

La doble moral del Tribunal Europeo de Justicia: Mudo ante los cristianos perseguidos

Fina Millán-Hita. La doble moral del Tribunal Europeo de Justicia en Luxemburgo, aunque no me sorprende,  no tiene parangón. Hace poco sentenciaba que los homosexuales de países africanos o asiáticos podrían pedir asilo político en la Unión Europea, cuando exista riesgo de ir a la cárcel en sus respectivos países debido a su 'orientación sexual'.

 Sin embargo, las instituciones de la vieja Europa (y digo vieja cen toda la acepción de la palabra) quedan en evidenciada por la negación del asilo político a los cristianos sirios que corren el riesgo de morir y no simplemente, de ir a la cárcel.

Ese ha sido el caso de 45 de ellos, principalmente mujeres y niños, asesinado en la ciudad de Sadad (al norte de Damasco) a manos de los “rebeldes” islamistas hace solo unas semanas, pero por supuesto, no el único caso ( a pesar del silencio mediático impuesto, se calcula que los cristianos civiles asesinados por los islamistas en Siria, supera el millar). Si bien la lucha en Siria se da entre los musulmanes alauitas (Gobierno) y mahometanos de rito sunita (rebeldes islamistas apoyados por Obama e Inglaterra), es la población cristiana la que sufre más horriblemente la represión, el terror y la guerra, especialmente a manos de los rebeldes islamistas.  

 
 
¿Cómo es posible que Europa - la hipócrita, "civilizada" y vieja Europa- no acoja como refugiados a los cristianos sirios y sí a los homosexuales de cualquier país, que como mucho, solo corren el riesgo de ir a la carcel? - Quizás el misterio lo estén desvelando involuntariamente nuestros hermanos sirios cuando acusan a Europa de rechazar  a Cristo al rechazar a los perseguidos. Uno de ellos declaraba: «Todos vendimos cuanto poseíamos en Siria para poder llegar hasta aquí, con el objetivo de solicitar visados en alguna embajada. Cuál fue nuestra sorpresa al comprobar que nuestra solicitud había sido rechazada aludiendo a que no teníamos ningún motivo para ir a Europa. No tienen razón, se equivocan plenamente.» 

La persecución que sufren los cristianos de Oriente con la complicidad de Occidente clama al Cielo y es una muestra fehaciente de la decadencia de nuestra civilización.