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Diario YA


 

La otra crisis: Videncia evidente

Jesús Asensi Vendrell.  Una noche más estaba en la cama sin poder conciliar el sueño. Se levantó, fue al salón, se sentó al lado del teléfono, conectó el televisor y se quedó embobada viendo uno de esos programas de videncia en directo. Sin saber por qué marcó el número que el “Maestro Chucatén” repetía una y otra vez, mientras recordaba a la audiencia sus muchos estudios mágicos y sus conocimientos sobre las antiguas religiones practicadas milenios ha más allá de las montañas.

Con un “cariño, dime qué te pasa” quedó ya encandilada de la sabia simpatía del “Maestro Chutencá”. Le contó que estaba un poco pachucha, que le costaba dormir por las noches, que nada era como antes y que ya no tenía ganas de salir a la calle. “Veo un hombre a tu lado” fue la respuesta tajante del “Maestro Tencachú”. Ella le respondió que no, que no conocía a ningún hombre en edad de merecer y que tampoco pretendía nada a estas alturas de la vida. “Pues yo veo un hombre, cariño, y no me rechistes, pues él va a ser la solución a todas tus morriñas” siguió diciendo el “Maestro Tenchuca”.
 
Ella se quedó en silencio ante afirmación tan categórica y no se atrevió a contradecirle. El “Maestro Catenchu” la despidió mientras repetía una y otra vez que él había visto al hombre que iba a hacer feliz a esta señora y que, a buen seguro en un par de semanas, recibiría una nueva llamada dándole las gracias y confirmando su acertada visión.
 
Y resulta que no iba desencaminado del todo. No recibió la anhelada llamada de confirmación, pero pasados quince días esta señora viuda de ochenta y cinco años se reencontró con un hombre, con su marido… en el Cielo.
 
Jesús Asensi Vendrell (Profesor Universidad - Dpto. de Ciencias de la Educación)