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Diario YA


 

Nuestra Selección de fútbol en Sudafrica

La otra España

Se acabó el sueño de un nuevo título para nuestra selección de fútbol y ahora solo queda el partido de trámite del tercer y cuarto puesto con la anfitriona Sudáfrica para cerrar una triste competición a la que la FIFA no consigue darle ‘glamour’ ni importancia. España llegaba con la vitola de campeona de Europa, con el objetivo de seguir batiendo récords y colarse en la finalísima contra Brasil en el ficticio debate de saber qué selección es la mejor del planeta.

Desde la llegada de Vicente del Bosque al timón de la selección el juego alegre vistoso y virtuoso que vivimos el pasado verano parecía haberse quedado en Viena. No jugábamos de la misma manera pero seguíamos manteniendo el espíritu competitivo y ganador que nos alzó al Olimpo futbolístico. Nos faltaba vistosidad pero nos sobraba contundencia a raudales y los guarismos siempre eran favorables. La selección enganchó con su juego y sus resultados y ahora lo hace con los récords confiando en que esa dinámica ganadora nos lleve a buen puerto en el próximo mundial.

El escaso nivel futbolístico de este campeonato no ha ayudado y menos cuando se cruzó en nuestro camino una selección como la norteamericana, que acabó por confirmar que nuestro juego sin fluidez no era una casualidad. Ni un pero al espíritu del equipo en su entrega y ahínco por buscar el gol, sinceramente, de diez partidos, los americanos solo nos ganan uno, pero sí algunos peros a determinadas diferencias existentes en el sistema de juego. Nos cuesta ver a nuestros medios centros perdiendo tantos balones, a nuestros defensas jugando tan en largo y sobre todo a nuestras bandas desaparecidas cuando más se las necesitaba. Todos salimos decepcionados del partido del Free State, pero creo sinceramente que no debe ser tomado como un paso atrás, como un cambio de ciclo, simplemente debe ser tomado como un serio aviso para, como decían ayer  los capitanes, aprender una lección que nos hará crecer.

Lo de Estados Unidos fue un accidente de esos que ocurren de cuando en vez en el fútbol dotando a este juego de la imprevisibilidad que lo hace grande pero no debe pasar de ahí ya que sinceramente, este equipo tiene crédito suficiente como para que se le denosté a las primeras de cambio. Aprendamos realmente y crezcamos como equipo para que generemos la misma ilusión que tuvimos el pasado verano. Ganemos a Sudáfrica el domingo y dejemos para mejor ocasión el enfrentamiento con los brasileños y sobre todo, confiemos en esta generación y en este seleccionador que seguirán demostrando que nos podemos fiar de esta España