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Diario YA


 

Según datos de “Acción familiar”

Las mujeres son las que buscan ayuda para resolver problemas familiares

Después de dos meses desde su puesta en marcha el pasado noviembre, Acción Familiar hace un primer balance de su Unidad de Intervención Familiar (UNIFAM). En este tiempo, medio centenar de familias ha acudido a este servicio, en el 90% de los casos por la incapacidad para afrontar problemas que surgen en la vida cotidiana y casi siempre por iniciativa de la madre de familia.

UNIFAM se inició tras más de dos décadas de trabajo y servicio de apoyo a las familias por parte de Acción Familiar. La asociación percibió la necesidad de crear una consulta personalizada para ofrecer herramientas y recursos que permitan a las familias mejorar sus relaciones, y afrontar y resolver los conflictos que surgen en la convivencia.

En UNIFAM trabaja de forma coordinada un equipo de profesionales de distintas especialidades: psicólogos, expertos en infancia y adolescencia, pedagogos, mediadores, abogados de derecho de familia, derecho laboral, etc.

Conflictos agravados por la crisis
“La profunda crisis económica y social actual ha provocado un aumento significativo de las demandas de las familias, que acuden a nosotros en situaciones de alta vulnerabilidad y se encuentran necesitadas de un asesoramiento adaptado e individualizado a cada una de las circunstancias que se les plantean. No solo existen problemas por carencias económicas y laborales sino que éstas generan fuertes tensiones que dañan la convivencia familiar”, declara la psicóloga María Pérez Monserrat, coordinadora del Servicio de Atención a las Familias en Acción Familiar.

“La mayoría de los problemas que tratamos en UNIFAM están vinculados con los miedos y dudas entre los padres sobre cómo educar a sus hijos en los valores que les quieren trasmitir y que en ocasiones no coinciden con los que predominan en la sociedad”, apunta Pérez Monserrat.

Prevención y atención temprana
Desde el equipo que forma UNIFAM, “consideramos que muchos problemas que aquejan a las familias con hijos en edades preadolescentes y adolescentes derivan del desconocimiento de los padres sobre cómo afrontar los primeros conflictos que surgen en el seno familiar, incluso con niños en edades muy tempranas”. Como ejemplo de ello, Pérez Montserrat señala que “en numerosas ocasiones nos encontramos con padres agobiados al sentirse sin la autoridad y/o capacidad necesarias para enfrentarse a esos pequeños conflictos que con el paso de los años, sin una atención específica y adecuada, pueden desembocar en la pérdida de los roles propios de cada miembro de la familia y, como consecuencia, en una desestructuración familiar. Con la dificultad añadida de que, llegado a tal punto, se dificulta o se demora el proceso de aprendizaje que el hijo ha de tener prácticamente desde que está en el vientre materno”.

UNIFAM ofrece el apoyo necesario para evitar que se llegue a situaciones que puedan generar unos niveles de estrés, ansiedad y presión tales que desborden a las familias a la hora de tomar decisiones. “Hoy en día, una cantidad alarmante de familias carece de tiempo para estar todos juntos. Por ejemplo, se ha perdido ese espacio diario en el que todo el núcleo familiar se reunía alrededor de la mesa, dedicado a compartir las experiencias y el transcurso del día”. Según Pérez Monserrat, los profesionales de Acción Familiar observan “una falta de comunicación entre padres e hijos que dificulta la transmisión de pautas, destrezas, educación; y algo de enorme importancia: que los padres conozcan realmente a sus hijos y estos a sus padres”.

Cada problema requiere una respuesta específica
Acción Familiar, con el fin de prevenir estos problemas, ha desarrollado una amplia batería de programas formativos, “a través de los cuales ponemos a disposición de las familias los recursos necesarios para afrontar eficazmente el proceso educativo, facilitando la adquisición de competencias y habilidades que permitan el ejercicio de una verdadera educación integral. Buscamos y trabajamos en el fortalecimiento de la familia, que representa un elemento de protección esencial, especialmente para los adolescentes, frente a los riesgos a los que van a estar expuestos”, explica la coordinadora del Servicio de Orientación Familiar.

“Todos nuestros programas y líneas de intervención se desarrollan desde un enfoque interdisciplinar e integrador de los problemas psicológicos y emocionales. Con un fundamento humano, basado en el respeto por la familia y el completo desarrollo de la persona, en un contexto sistémico en el que Acción Familiar pone el énfasis en la interacción entre los miembros de la familia como elemento primordial de trabajo y comunicación”, concluye la psicóloga.