Daniel Ponce Alegre.

Teólogo. Pontificio Instituto Oriental.

Tras el duro golpe infligido a la Masonería en Europa por los Ejércitos de la Santa Alianza, la Diabólica Secta preparó su revancha en un minucioso Plan de Acción al que pomposamente llamaron, como es propio de ellos:

" Máximas Políticas y Subversivas de la Masonería Egipciana 1823 - 1825 ".

Las más significativas de estas Máximas estaban dirigidas a la formación de nuevos partidos, y a la división de los ya existentes, con el propósito de subvertir el orden social y político establecidos, lo que implicaba: atacar a la Iglesia y a la Monarquía Española.

Tras un breve análisis de la situación en la que se encontraba entonces la Secta, la Máxima 8ª dice:

" No hallándose actualmente nuestra amada y respetable Orden con la fuerza física de tropas con que contaba en los cuatro reinos, y debiéndose contentar por ahora con el sostenimiento de la fuerza moral, se librarán las cantidades necesarias a  todos nuestros Emisarios en los reinos extranjeros para que promuevan en sus periódicos cuantos principios puedan influir en nuestra causa, inciten a la división de partidos y a las suspicacias contra el Clero y el Monarca ".

Son varias las Máximas en las que se insiste en fomentar la división y la formación de partidos y, como paso previo, conseguir el descrédito del Rey y del Clero ( arroja mucha luz sobre las malignas intenciones de la Secta, la Máxima 38ª cuando dice: " debemos desnaturalizar y vaciar de contenidos a los ministros de la Iglesia y al Rey ". En la actualidad, el Ecumenismo - Relaciones Interconfesionales y negar al Rey la posibilidad de pronunciarse sobre los aspectos que afectan directamente a la esencia Nacional y al Estado son formas de desnaturalizar; de ellas hablaremos en este Diario, Dios mediante, en un próximo artículo de esta serie sobre la Masonería ).

Un meditada lectura de tales Máximas, pasada en mi caso por la experiencia de más de 20 años estudiando la Historia de la Masonería, de forma específica, y a las Sectas en general, así como los procedimientos de infiltración de las mismas, me lleva a concluir que la Secta Masónica siempre ha funcionado con partidos o grupos de oposición para distraer la atención y tener diversos planes de acción simultánea por medio de los cuales consiga Su Maligno Fin ( el mismo año que en España la Secta tramaba de forma encubierta ataques contra el Clero y la Monarquía, tal y como el Intendente de Policía de Barcelona había advertido por bando del 2 de Octubre de 1824: " hay una conspiración extendida por toda la España para derribar el Trono y el Altar "; en Rusia, el 26 de diciembre de 1825, intentan el Golpe de Estado de San Petersburgo para trastornar el orden político y social del Imperio; hecho que finalmente se consiguió hace ahora un siglo, en 1918, casi dos siglos después de la redacción de dichas Máximas ).

El Método que la Masonería, y los encarnizados enemigos de Jesucristo que la componen, siempre han empleado para  persuadir, engañar y seducir a los incautos y pocos formados, es el Método Clásico conocido como:

Técnica Subversiva Judeomasónica o Táctica Deslumbrante Indirecta, también llamada con posterioridad Táctica Comunista. Esta Táctica supone, no el ataque directo o firme sino el crear dudas e incertidumbre, el falsificar o pervertir y modifica la verdad, el desprestigiar al adversario y tratar de anularlo como persona fiable y el hacer uso de la propaganda y de la información falsas, es decir, como diríamos ahora: Fake News o Los Bulos.

La Máxima 18ª nos vuelve a recordar: " Como todos los políticos convienen en que para dominar es preciso dividir, las primeras atenciones de todos nuestros Hermanos han de ser el ver el modo más fácil y seguro de sembrar la discordia entre la Familia Real, procurando introducir la zizaña entre todos para que se formen partidos y se dude de los sujetos que estén al frente de los negocios públicos, se dude de su fidelidad y promuevan la división que ha de ser conato de todos nuestros Hermanos. Después de verificada la división, se deben introducir muchos de nuestros socios en sus diferentes partidos, con el objeto de controlar el secreto de cada uno de ellos para la consecución de los planes, y tras el control, avisar al Gran Oriente de España ".

Al mismo tiempo que se conseguía el desprestigio del Rey y del Gobierno, se dotaba al partido de oposición de un jefe que consolidara la división de la Familia Real y posibilitara su enfrentamiento.

En 1828, el partido de oposición se llamaría Partido Carlista y usaría como Táctica Deslumbrante Indirecta o Judeomasónica el buen nombre del Movimiento Tradicionalista Hispánico que siendo el heredero de la Tradición Monárquica Hispánica era radical y esencialmente Católico y Eclesial, es decir, Monárquico y Antimasónico, enfrentado al sectario anglicanismo y a la Ilustración laicista francesa. El Partido se llamará Carlista porque Carlos era el nombre del personaje elegido por la Masonería cuatro años antes para tener un plan B a la otra candidata, liberal, Isabel, también bajo el control masónico. A la Masonería no le importaba la opción que saliera sino crear el clima propicio para repetir la Revolución de 1820.

Como conclusión de este artículo, que pretende ofrecer criterios de análisis político e inteligencia para la toma de decisiones, anotamos algunos criterios básicos sobre la Técnica Subversiva Indirecta o Método Judeomasónico.

Dicho Método consiste en dar realidad efectiva a un entramado de realidades a medias o verdades trufadas de pequeñas falsedades, con ánimo de obtener una aparente evidencia de verdad que mueva al decisor político, al votante o a los grupos de poder, en una determinada dirección preconcebida por el agente masónico, ya sea éste miembro de una logia formal o de una sociedad paramasónica de ámbito regional, como la Logia Blasco Ibáñez de Valencia, o de ámbito  internacional, como Amnistía Internacional o la Open Society Foundation de George Soros, partiendo del conocimiento psicológico del sujeto o sociológico del grupo que se desea modificar.

Esta táctica es utilizada para vencer cualquier tipo de inteligencia desprevenida y con escasa formación, produciendo seducción mental sobre determinado aspecto social y político: el derecho de los pueblos a tener naciones ( como la catalana, la vasca o la ucraniana ), que la Iglesia es muy rica, que todos los curas son pederastas u homosexuales, que la Monarquía sale muy cara, que es antidemocrática porque no la elegimos, que es corrupta por sus relaciones con otras monarquías o, por otro lado, que el aborto o el divorcio son derechos de las mujeres para su libertad frente al patriarcado, y además que el socialismo y el laicismo son la forma de luchar contra la banca y la Iglesia y devolver el dinero y lo que es suyo a " la gente".

Las Máximas 39ª y 40ª de la Masonería Egipciana del 1 de abril de 1824 dicen: " Para disminuir también el influjo del clero secular, que con sus conocimientos, llamada virtud, celo entusiasta y energía siempre incansable, ha ocasionado hasta ahora nuestra ruina, es lo más importante atacarlo por flanco, no directamente, para que se debilite y caiga a nuestros pies para su dócil obediencia. Con este objeto se ocuparán especialmente nuestros Hermanos, en hacerlos sospechosos al Monarca, mostrándoles como ambiciosos y pervertidos, y con ansias de poder y deseo de mandar e influir en el Gobierno del Rey para así dividirlos y debilitarlos ".

Nótese que no habla de destruir a la Iglesia sino de domarla para hacerla dócil a su Obediencia. De este asunto, que ha ocupado gran parte de mi vida profesional ( la infiltración masónica en la Iglesia de Jesucristo ), hablaremos, Dios mediante, en un próximo artículo en este Diario fundacionalmente comprometido en la lucha antimasónica.