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consiguen dar sus quejas a los diputados en el congreso

Los autónomos insultan a Rodríguez Zapatero

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Redacción Madrid. 26 de marzo.

La concentración de autónomos y pymes a las puertas del Congreso para reclamar medidas que les permitan superar la situación de asfixia financiera y pongan freno al aluvión de cierres de negocios, devino en un acto contra el presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, y la política económica del Ejecutivo. Los gritos de ¡Zapatero, dimisión¡ ¡Zapatero, embustero! o "España merece otro presidente" fueron los más escuchados en una concentración en la que los ánimos de parte de los manifestantes estaban tan exaltados que no faltó la agresión a algunos medios de comunicación y los enfrentamientos verbales con la Policía, que tuvo que emplearse a fondo para impedir que llegaran a las puertas del Congreso.

Cerca de mil representantes de pequeñas empresas y organizaciones de autónomos, liderados por el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, el presidente de PIMEC, Josep González y el de PIMEB, Mariano Riera, convocados inicialmente en la plaza de Neptuno -después de que la delegación del Gobierno impidiera a última hora que el acto se celebrara frente al Congreso-, lograron llevar su reivindicaciones y quejas hasta las puertas de la Cámara Baja y trasladar sus demandas a los representantes de todos y cada uno de los grupos parlamentarios, con los que se reunirán en las próximas semanas para intentar avanzar en medidas que mejoren la situación de este colectivo, uno de los más afectados por la crisis.

La concentración, que inicialmente iba a ser pacífica y silenciosa, devino en una explosión de gritos e insultos contra el el presidente del Gobierno e incluso contra el portavoz de IU, Gaspar LLamazares, que se acercó a los convocantes para recibir sus propuestas y tuvo que escuchar gritos como "LLamazares, vago" o "Vete a Cuba". Mejor acogida tuvieron la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, o Rosa Díez, de UPyD, que tuvieron que hacer esfuerzos para no ser engullidas por los manifestantes que se acercaban a ellas con demandas y peticiones.

Díez, quien lamentó que no se autorizara la concentración frente Congreso, insistió en que los autónomos deben ser tratados "con el mismo respeto que el resto de ciudadanos", no como "especuladores" y se comprometió a escuchar sus demandas, al igual que Saénz de Santamaría, quien destacó que autónomos y pymes se han convertido en los grandes sufridores de esta crisis y enumeró algunas de las medidas propuestas para el PP para paliar su situación, como la posibilidad de que el IVA se pague cuando la factura sea abonada y no antes. Josep Antoni Durán i Lleida incidió en las iniciativas que CiU ha llevado al Congreso para ayudar a los autónomos, que incluyen acelerar el pago de la deuda de las administraciones y los aplazamientos y rebajas de impuestos. Mientras, el diputado socialista Ramón Jaúregui, que recogió la carpeta de reivindicaciones de los convocantes lejos del grupo de manifestantes más exaltados, lamentó que no se reconozcan los esfuerzos que el Gobierno ha realizado "en las últimas semanas" aunque se comprometió a sentarse con este colectivo para intentar acordar medidas de apoyo.

El presidente de ATA, Lorenzo Amor, quien recrimió al Gobierno que sólo haya comenzado a mover ficha en la última semana, cuando la concentración ya estaba convocada, aseguró que la movilización consiguió su objetivo que era "hacernos visibles" y expresar sus reivindicaciones ante una situación "calamitosa" en la que estamos "sin vender ni producir".Amor, quien admitió que la falta de experiencia de empresarios y autónomos a la hora de organizar protestas pudo ser responsable de los errores de organización y de la actuación de algunos "incontrolados, que los hay en todas partes", coincidió con los presidentes de las organizaciones de pymes de Cataluña y Baleares, PIMEC y PIMEB, en su convencimiento de que los grupos políticos atenderán parte de las demandas de un colectivo, que representa el 99% de las empresas del país y genera dos tercios del PIB y el empleo. Entre ellas, se encuentran medidas para mejorar la financiación, rebajas de impuestos y cotizaciones sociales, abaratamiendo del despido o acelerar el seguro de desempleo para autónomos.

GRITOS, PASTELES Y NERVIOS

Media hora después de su inicio, los manifestantes fueron obligados a disolver la primera concentración de empresarios y autónomos, muchos de ellos vestidos con traje y corbata, entre gritos de protesta. Manuel Llarán, presidente de la agrupación de Panaderos de Lleida, se presentó en la manifestación con una suculenta coca de verduras que ofrecer "a quien más lo necesite" y para denunciar los problemas de financiación, la falta de crédito y el hecho de que la ayuda no llegue a los pequeños empresarios "pero sí a la gran banca" cuando son los autónomos los que "al final tiran adelante del país". Eduardo Morales, representante de la Asociación Española de Proveedores de Impagados de la Construcción (AEPIC) en Extremadura se lamentaba que su empresa ha pasado de tener 90 trabajadores a sólo 30 por el descenso del negocio y el aumento de los impagos.

Mientras, otro de los manifestantes, llegado de Galicia, denunciaba a gritos que, tras 35 años cotizando, "creando riqueza y empleo, no tengo nada y me niegan hasta el rescate de mi plan de pensiones".

 

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