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zapatero mantiene su sonrisa perenne a pesar de que la comunidad internacional le hace el vacío, la crisis económica no deja de agravarse y el caos de la justicia se dispara

Pero..., ¿de qué se ríe?

Redacción Madrid. 22 de Octubre.

Debe ser el único que se ríe en España. Si hubiera razones fundadas para el optimismo, celebraríamos esta notable sonrisa presidencial que, sin embargo, dado el momento actual se nos antoja más bien incomprensible. ¿De qué se ríe exactamente Zapatero? Mientras los países más desarrollados del mundo juegan al despiste con España (quizá para no decir claramente que no interesa que esté en nada que tenga que ver con las soluciones a la crisis), crece el paro, se disparan los precios, aumenta la precariedad laboral y sigue la desconfianza bursátil. Por si fuera poco, somos el hazmerreír de todo el mundo por el desastre de la Justicia.

Por lo que se refiere a la situación económica, el presidente francés y presidente de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, se apresuró esta tarde a "saludar" la convocatoria por parte de Estados Unidos de una conferencia internacional para el próximo 15 de noviembre y a la que no ha sido invitada España directamente, horas después de que hubiera asegurado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que trataría de interceder ante Washington para que se cursara la invitación.

La Casa Blanca anunció a primera hora de esta tarde que el presidente estadounidense, George W. Bush, ha invitado a los dirigentes del G-20, grupo creado en 1999 y del que forman parte, además del G-8 varios países en vías de desarrollo como Brasil, China o India. España no forma parte de este grupo, aunque estaría representada indirectamente por la Unión Europea, que sí es miembro.

El Elíseo había informado este mediodía de que Sarkozy iba a pedir a los "anfitriones estadounidenses" que España pueda participar en la cumbre internacional sobre el sistema financiero debido a su "peso en la economía mundial".

El anuncio se produjo después de la conversación telefónica que Sarkozy mantuvo ayer con Zapatero, en la que el presidente francés le expresó su "convicción" de que España debería participar en la cumbre, "teniendo en cuenta su peso en la economía mundial" y que su PIB es el octavo del mundo.

Sin embargo, paradójicamente, horas después, tras el anuncio de la fecha y los participantes por la Casa Blanca, el mandatario galo se felicitó de la convocatoria de una cumbre "con los principales países e instituciones afectados por la crisis financiera".

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