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Diario YA


 

La otra crisis

Pifias por ley

Jesús Asensi Vendrell

Como casi todos saben, el mes de septiembre ha comenzado y la mayoría de personas andan atareadas: unas buscando trabajo durante ocho horas al día, otras esforzándose para no perderlo y también están las que disfrutan con su labor, con la vista puesta en hacer de este mundo un lugar mejor donde vivir.

Y uno se pregunta dónde podríamos encasillar a nuestro presidente Zapatero: ¿en el primer grupo… tras las próximas elecciones generales de 2012? ¿En el segundo… en la actualidad, o en el tercero… nunca jamás? Si hacemos caso a ese dicho de “por sus obras los conoceréis” no hace falta que ningún periodista le inquiera por dicha cuestión para salir de dudas. O quizá sí, porque nuestro presidente es una auténtica caja de sorpresas sin fin.

Porque a las personas con una pizca de sentido común se les cae el mundo a los pies cuando escuchan a ZP afirmar que la ley de divorcio exprés aprobada por su Gobierno ha supuesto un avance social y el reconocimiento de nuevos derechos. ¿Cómo es posible que se ufane de una ley que le da una validez de tres meses a los matrimonios civiles? ¿Cómo es posible que considere un derecho a la posibilidad de pedir la separación de forma unilateral y sin necesidad de alegar causa alguna de desavenencia? ¿Cómo es posible que se considere un avance social al desamparo que sufren miles de niños de esos matrimonios rotos?

Porque un avance social y el reconocimiento de nuevos derechos sería prestar ayuda y asesoramiento a esos matrimonios con problemas de convivencia solucionables del todo, y formar a los maestros y profesores para que también puedan echar una mano a esos padres que están pasando una mala racha o, en última instancia, para que ayuden a salir del pozo a esos niños heridos y cari tristes que reciben en sus aulas; algunos con tendencias suicidas; y evitar que sean moneda de cambio o arma arrojadiza por parte de unos progenitores que han perdido el norte gracias a esta ley progresista y terrible que tanto odio está sembrando y que a tantas familias está destruyendo.