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Diario YA


 

Cartas al Director

Ryanair no debe jugar con la seguridad

Señor Director:

Con motivo de los recientes y peligrosos sucesos que ha protagonizado la aerolínea Ryanair en nuestro territorio, la ministra de Fomento, Ana Pastor, nos anunció el lunes pasado que España va a promover la modificación del reglamento comunitario para que las autoridades nacionales puedan ampliar sus competencias sobre las compañías aéreas extranjeras implantadas en nuestro pais.
 
La Comisión Europea afirma que España no puede retirar la licencia a aerolíneas registradas en otro país distinto al nuestro alegando razones de seguridad, por lo que no podría tomar una medida de ese tipo contra la compañía irlandesa en cuestión. Así lo afirmo el portavoz comunitario Dale Kidd, quien dijo que "bajo las actuales leyes europeas de seguridad aérea, la autoridad para revocar una licencia operativa a una aerolínea por razones de seguridad pertenece de forma exclusiva al Estado en el que ésta está registrada". En otras palabras: a una aerolínea británica, solo podrían retirarle la licencia las autoridades británicas; en el caso de una aerolínea española, solo las autoridades españolas".
 
No resulta comprensible ni aceptable que la decisión sobre cualquier tipo de dudas respecto a los estándares de seguridad aplicados por las aerolíneas, así como la imposición de sanciones recaigan exclusivamente sobre el país en el que la compañía está registrada, y no en la "receptora".
 
Está dentro de toda lógica  que nuestro Gobierno pueda exigir a cualquier línea que desee operar en territorio patrio se ajuste a unos estándares mínimos acordes con nuestra propia legislación. Y considero que no es de recibo que algún empresario - por osado, locuaz o pertinaz que sea - ponga en peligro real y próximo la seguridad de pasajeros nacionales y/o extranjeros en nuestro espacio aéreo.
Hemos presenciado demasiadas situaciones que han podido convertirse en tragedia, como para pasar de puntillas sobre el asunto. Cuando la tragedia se hace efectiva sólo se puede llorar a las víctimas: hay que poner remedio cuando aún es posible evitarla. Y el Gobierno español no debe cejar hasta que consiga un resultado favorable en este asunto.
 
Atentamente,
 
Fina Millán-Hita