Principal

Diario YA


 

Protagonistas

Teddy Thompson, ¿disco del año?

Paco Ochoa. 17 de octubre. La verdad es que el chico ya había confirmado las esperanzas que la afición había depositado en él. Sus tres anteriores discos habían retratado a un joven cantautor capaz de pasar del pop, al folk, y del rock al country, con un gusto y una elegancia absolutamente impropios de su temprana edad. Ha sido, sin embargo en este 2008 cuando ha asombrado a propios y extraños con un disco que ya está, por derecho propio, entre lo mejor del año. Su familia debe estar encantada.

Y no es una familia cualquiera. El joven Teddy tiene como padres a dos de los más grandes talentos que ha dado el folk rock británico. Son nada más y nada menos que Richard y Linda Thompson, una pareja que es responsable de maravillas comoI Want To See The Bright Lights Tonight (1974) y Shoot Out The Lights (1982) principio y final de su relación sentimental y profesional y dos obras mayores de escucha obligada. Antes de eso papa Thompson había fundado Fairport Convention, un grupo legendario para todos los amantes del folk eléctrico, y Linda se llamaba Linda Peters y era cantante de sesión. Después cada uno siguió por su lado, Richard como un gigante reconocido de la música popular de nuestros días y mama Thompson, más modesta, nos ha ofrecido pocos discos pero deliciosos.

Con estos antecedentes, no es de extrañar que al joven Teddy (Londres, 1976) le tentara la música. Primero se curtió en la banda de su padre y en 2000 editó su primer disco. Continuó en 2005 con Separate Ways y ya en 2007 grabó Upfront and Down Low un compacto compuesto mayoritariamente con versiones de clásicos de country que, como los anteriores, cosechó críticas y excelentes y ventas discretas.

Una tendencia que ha mejorado con su reciente A Piece Of What You Need un trabajo que, simplemente, es demasiado bueno para ser ignorado. Aquí el joven Thompson mezcla todas sus herencias y combina a Jackson Browne con Roy Orbinson, desentierra los arreglos suntuosos de Phil Spector y, con la ayuda inestimable de sus mayores, consigue un pop brillante y melódico de los que enamoran a cualquier aficionado con la mínima sensibilidad. Singles como In My Arms nos devuelven a los sesenta, miestras que The Things I Do abre espléndidamente el álbum y Don’t Know What I Was Thinking es, sencillamente, una de las mejores canciones de amor de los últimos diez años.

Si este chico sigue así va a dejar poco espacio para el resto.

 

 
 
 
 
 
 
 
 

 

Etiquetas:paco ochoa