Principal

Diario YA


 

Todos contentos

Fernando Ballesteros. 17 de diciembre.

Casi todo lo que ocurrió el sábado tras el pitido final del clásico me recordó a una de esas noches electorales. Como en esas fechas en las que asistimos a la llamada  fiesta de la democracia, en la zona mixta del Camp Nou también parecía que todos habían ganado.

El Barcelona porque lo hizo, claro, eso es incontestable, 2-0 para más señas y el Real Madrid porque decidió que, una vez descartado el triunfo durante toda la semana, su objetivo era subir y superar las negras encuestas previas.. Y allí se presentaron los blancos en el feudo rival con el objetivo de salir reforzados: sin los tres puntos, salvo milagro que no ocurrió,  pero reforzados.

Y si les escuchamos tras el encuentro parece que lo consiguieron. El equipo está a doce puntos del líder y fuera de la zona Champions pero los más optimistas, que esta semana parecen ser casi todos, se agarran al clavo ardiendo de la fe en la nueva era Juande.

Ahora bien, tras la reflexión hecha con el paso de los días, uno se pregunta si hay motivos que avalen ese optimismo y si merece la pena saltar al campo del eterno rival con ese dibujo vintage que parecía algo así como un "pan para hoy y hambre para el minuto 83". Porque fue en ese minuto pero podía haber sido en el 6 o en el 20 o en el 61 pero la sensación es que el momento llegaría.

Habría menos que objetar si no habláramos del Real Madrid pero señores, el club con más títulos de la historia no se puede permitir estos lujos. Con bajas, con la moral por los suelos y ante un gran Barcelona, es igual, este club no puede salir al campo admitiendo que no queda otra que sufrir, marcar, correr, defenderse y limitar a la estrella rival desde el  minuto 1 y con unos métodos que....en fin.

Leo que Drenthe hubiera podido cambiar el partido, que Palanca, que la segunda amarilla a Márquez........no hay debate, ni el propio equipo blanco se cree que podia llevarse de Barcelona algo en el zurrón saliendo como salió al campo.

La paradoja de todo esto es que, el sábado, el único consciente de la grandeza del Real Madrid y que actuó en consecuencia  fue el F.C. Barcelona. Más allá de que a los de Guardiola les llegaran a entrar las dudas con el paso de los minutos, me quedo con la celebración del triunfo. Sabían que era fundamental, conocen lo que es el Real Madrid, su gran rival y tienen siempre presente lo que representa el escudo que tenían enfrente. Antes de acoplar refuerzos y de recuperar lesionados, el gran objetivo es que Juande comprenda todo esto como lo hicieron sus rivales el sábado.

Y a todo esto, diez años después, el Atleti está por encima del vecino a estas alturas de curso. Otro buen fin de semana, y van unos cuantos, para los rojiblancos que el domingo vencieron a un Betis atrevido en su juego y en su indumentaria a modo de portada de "El niño con el pijama de rayas". Una alegría para los atléticos, que no parecen ser muchos a juzgar por las reacciones, que han pasado una mala semana tras comprobar que su casa ya tiene fecha de caducidad.

 

Etiquetas:fernando ballesteros