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Diario YA


 

Cuando se cuestiona la vida de los más débiles…

Tras el suicidio asistido de un empresario británico grabado por la BBC

Eligelavida.net. Peter Smedley, empresario británico y multimillonario, falleció el pasado mes de diciempbre en la clínica Dignitas, en Suiza, adonde acudió para que se le practicara un suicidio asistido. La cadena de televisión británica BBC grabó un documental, dirigido por el escritor Terry Pratchett, recogiendo las imágenes del suicidio, que fueron proyectadas el día trece de Junio en Reino Unido.  (Y que en DiarioYA hemos preferido omitir)

Smedley padecía una enfermedad neurológica para la que no existe cura. Pratchett, por su parte, ha sido diagnosticado de Alzheimer, aunque aún se encuentra en situación de poder trabajar. Ambos defienden el derecho a la eutanasia y al suicidio asistido y con la grabación de la muerte de Peter Smedley han promocionado estas prácticas.

Como os comentaba en la entrada anterior, la cultura de la muerte se asienta en nuestras sociedades. El pretendido 'derecho a nacer sano' según el control de calidad preestablecido en nuestra sociedad, prima sobre el derecho a nacer. De la misma forma, el derecho a vivir sano primará sobre el derecho a vivir cuando estas prácticas se hayan legalizado de forma generalizada, y vamos camino de ello. Y si hoy los padres que reciben con amor a un hijo con deficiencias son considerados irresponsables, dentro de poco los ancianos que no puedan valerse o los discapacitados serán vistos como personas insolidarias a quienes no les preocupa ser una carga social.

La situación es inquietante y los argumentos utilizados por los promotores de la eutanasia y el suicidio asistido, aunque demagógicos, ganan adeptos. "¿Por qué debe una sociedad cargar con la responsabilidad de personas cuyas vidas no son dignas de ser vividas?" Este es el verdadero argumento de los defensores de la cultura de la muerte. Y así, bajo la falsa idea del derecho a la autonomía personal y a decidir sobre la propia vida, son las vidas de los más débiles las verdaderamente cuestionadas.