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Diario YA


 

Las emociones que va a producir en una mayoría de lectores serán únicas e irrepetibles

Un libro esencial: ‘La Virgen que veneró Juan Pablo II’

Juan Manuel Alesson. La vida nos tiene reservadas siempre sorpresas, y este libro es una de ellas. Si se acepta la premisa de que el arte y el pensamiento del hombre tienen como finalidad responder a la pregunta de ‘cómo vivir’, entonces el último libro de Santiago Velo de Antelo, editado por Homolegens, es uno de los cuatro o cinco más importantes que he tenido en mis manos. ‘La Virgen que veneró Juan Pablo II’, va a enriquecer la vida de una mayoría de lectores hasta extremos que ni ellos mismos podían imaginar. Se trata de un libro esencial -acaso sea ésta la palabra que mejor lo defina-: desde el fraseo inicial hasta la última línea mantiene al lector interesado, pensativo, feliz o triste, agradecido, consciente, al margen del mundo de cada día, y, no obstante, analizando su propia existencia con una lucidez con la que quizá nunca lo hubiera hecho. Un libro que responde, con tanta gravedad como alegría, a esa pregunta de cómo vivir. ‘La Virgen que veneró Juan Pablo II’ es un libro lleno de luz.
 El escritor y periodista Velo de Antelo cuenta los sucesos ocurridos en la parroquia italiana de Civitavecchia, cuando la figura de una Virgen comprada en Medjugorje, como obsequio para la familia Gregori, empieza a llorar sangre en el jardín de su casa, en 1995. A raíz de estos hechos el Papá Juan Pablo II pide al obispo de esa diócesis, Girolamo Grillo –bien conocido en Italia por su escepticismo- que acuda al Vaticano con la imagen de la Virgen. Hasta ese momento la Virgen había llorado sangre, ante diversos testigos, incluyendo cámaras de televisión, etc., en trece ocasiones. Una vez más, en la misma casa del escéptico obispo, volverá a mostrar una lacrimación de sangre. Juan Pablo II le pide que mantenga en secreto la entrevista durante cierto tiempo. Como era de esperar, a partir de ese momento llegarán las investigaciones de la policía, el secuestro judicial de la imagen, los interrogatorios a los testigos y a la familia Gregori, los pinchazos telefónicos, las reacciones de los medios, la opinión pública, las presiones políticas, etc.
 En Italia el caso goza hoy de plena actualidad, dado que una segunda imagen, regalada por Juan Pablo II a la familia, al colocarse en el jardín de la casa produjo un nuevo milagro, esta vez conocido como trasudación: la sudoración de un óleo aceitoso de un olor intenso y sumamente agradable. Hoy la imagen sigue ‘sudando’ óleo con frecuencia.
Todo esto constituye la trama del principio. Seguidamente vendrán las apariciones y los mensajes de la Virgen, la llegada masiva de peregrinos, las conversiones –incluso de miembros de la Iglesia-, las curaciones milagrosas...
En esta obra, objetiva y apasionante, se van desgranando las historias y las anécdotas sin que su autor se deje llevar por el entusiasmo o el escepticismo. Es la vida –cierta vida, obviamente, pero la de todos- la que recrea en sus páginas. Como si éstas fueran un espejo donde se reflejaran los protagonistas. Familiar y capaz de suscitar el cariño de los lectores es Monseñor Grillo, con sus dudas proverbiales, sus relaciones con la policía y su maravilloso corazón. Ejemplar es el comportamiento de los miembros de la familia Gregori, al igual que el de los cientos de miles de peregrinos, y lo mismo la actitud de la Iglesia, con Juan Pablo II a la cabeza.
 El libro tiene una conducción magistral… pese a carecer de cualquier pretensión literaria. Está escrito con una sencillez pasmosa –iba a decir milagrosa-. Como apuntaba antes mantiene la atención del lector como no recuerdo que lo haya hecho ninguno de los libros que he leído antes. Resulta enriquecedor en cada página, fácil y bonito de leer, serio y tierno. Mientras se lee uno puede imaginar perfectamente los avatares por los que pasan los protagonistas… mientras un Ser infinitamente superior parece contemplarlos desde arriba. Incluso al mismo autor, desde el momento en que empieza a recopilar material para ponerse a trabajar.
Los lectores sentirán agradecimiento hacia Velo de Antelo por haber escrito de este modo un libro lleno de amor. Las emociones que va a producir en una mayoría de ellos serán únicas e irrepetibles, habida cuenta de que ‘La Virgen que veneró Juan Pablo II’ cambiará sus vidas. Digo esto con toda certeza.