Carmina García-Valdés
Fundación RedMadre

Tener pensado un plan para nuestra vida, un proyecto de futuro, que abarca los estudios, el ejercicio de una profesión, la realización personal, es lo más natural del mundo. Incluso es más práctico tener ese plan ideado para intentar desarrollarlo lo mejor posible.

Pero no siempre llegamos a realizarlo tal y como lo habíamos planeado. A veces nuestras circunstancias cambian, y debemos hacer grandes esfuerzos para ajustar nuestro plan, nuestro proyecto de vida a esos cambios.

Es lo que les pasa a muchas jóvenes, cuyos proyectos de vida, sus planes de futuro, se ven alterados al confirmar un embarazo que no tenían previsto.

Entonces no es un factor económico, ni familiar, ni laboral, ni la posible malformación de su hijo lo que lleva a una mujer a pensar que el aborto es la mejor opción para superar el conflicto de ese embarazo inesperado.

Es, simple y llanamente, que se ven alterados sus planes, su proyecto de vida futura. Y es cierto, sus circunstancias han variado, porque ya no es sólo “su” vida la que está presente, ya no es sólo “su” historia personal la que está en juego. Hay alguien más que ya ha entrado a formar parte de su realidad, y lo más inteligente, y también lo más difícil, es ajustar los propios planes a ese acontecimiento.

En RedMadre vemos historias así todos los días, pero ¿qué podemos hacer en una situación así?. Ante todo comprender el dilema en el que la joven está inmersa, mantener la calma, ayudarla a pensar con serenidad y mostrarle todo nuestro apoyo. Es ella la que tiene que decidir, pero en libertad, sabiendo qué alternativas tiene, qué consecuencias conlleva cada una de las decisiones que puede tomar, lo que va a suponer para ella misma, tanto seguir adelante con su embarazo, como abortar. No es menos traumático para la mujer abortar a su hijo porque la razón sea “salvar” su proyecto de vida, sus planes de futuro. En primer lugar porque sus planes, su proyecto de vida, ya se ha alterado, ya ha cambiado para siempre. Y en segundo lugar, porque un plan de vida no debe suponer la muerte de nadie, ni la del hijo que está gestando, ni la de la mujer, aunque sea de forma psicológica.

Es muy difícil encontrar una mujer que se haya arrepentido de ser madre, pero cada vez son más las mujeres que llegan a RedMadre con un trauma psicológico, con un gran arrepentimiento de haber abortado, y necesitan nuestra ayuda para superarlo. Porque el aborto no le soluciona nada a la mujer, la arrastra, más bien, a una vida de dolor, de tristeza, de silencio forzado, del hábito de tomar decisiones que la hacen sufrir, expiar la culpa que la acompaña por lo que vivió, la eliminación de su hijo antes de nacer.
Y esta realidad debe conocerla esa joven que sintió alterado su proyecto de vida al enterarse de su embarazo, es su derecho, y nadie puede ni debe privarla de conocer a qué se va a enfrentar.
Ser madre, cuando no entraba en sus planes, será también una decisión difícil de tomar, pero de la que nunca se arrepentirá. Todo tiene solución, todo se puede afrontar si hay alguien que te acompaña en el camino, que te brinda su apoyo, que te ofrece alternativas reales. Esta es nuestra labor en RedMadre, y este es el mensaje que transmitimos a cuantas jóvenes crean que abortar va a suponer volver al punto de partida en su proyecto de vida, en sus planes de futuro, como si nunca hubieran estado embarazadas: incorporar a esos planes de futuro la vida del hijo que ya esperan supondrá siempre añadir más vida al proyecto de vida personal que habían pensado.