David Martin. Antena-3 quiere potenciar sus tardes y para ello ha recurrido a María Patiño y a Jesús Mariñas. Si no te gusta el caldo aquí te traigo dos tazas y bien cargadas. La cadena privada lleva años intentando emitir un producto que logre un mínimo apoyo de la audiencia en este horario y hasta la fecha no lo ha conseguido.  Ahora ha debido pensar que es hora de desplegar toda la artillería y ha recurrido a estas dos lenguas viperinas que están acompañadas por Julián Iantxi, quien reparte juego cuando le dejan, pero que aporta bien poco a un espacio de corazón cargado de mala baba.

Debutaron el lunes y desde el primer minuto desprendieron un olor a ese tomate que durante tanto tiempo cultivó Tele-5 en la sobremesa. Viva la originalidad. No faltó nada. Hubo discusiones entre los presentadores de temas del peso informativo como saber de qué color era la ropa interior que vestía María, pudimos ver fotografías de poses cuasi pornográficas del famoso pillado con su... amiga, se hicieron comunicaciones telefónicas con periodistas implicados para que se defendieran del agravio del famoso, se repitió hasta la saciedad la existencia de una exclusiva que tardó media hora en darse, y, claro, no faltaron tampoco los insultos y desconsideraciones, condimentos esenciales para que el guiso sea todo una delicia para quienes gustan de lo vulgar, chabacano y ordinario. Tiene pinta de funcionar y de hecho ya ha mejorado las audiencias de su antecesor en la misma franja horaria y, lo que es peor, ha hecho mover ficha a la competencia. Tele-5 adelantará el inicio de “Sálvame” para competir directamente con el nuevo espacio de Antena-3. Nos vamos a hartar de tanto caldo.

Bajo un decorado de colores chillones, que echaba para atrás, con un logo similar al de los Rolling Stones pero sin lengua porque para lenguas ya estaban las de los presentadores, Kiko Rivera, “Paquirrín”, y Borja, el hijo de Carmen Cervera, ocuparon la mayor parte del primer programa. ¿Qué mal habremos hecho los mortales de este país para que las cadenas de televisión dediquen, en 24 horas, más tiempo al hijo de la Pantoja que al mismísimo Rodríguez Zapatero, a la sazón Presidente del Gobierno? La noticia era su nueva... amiga, una actriz del porno brasileña que no se cortó en dar detalles de las habilidades sexuales del hijo de la tonadillera, y que sirvió a los presentadores para mantener un dialogo lo más edificante: “A Kilo le gusta que le peguen en la cama”, dijo Mariñas; “se ha convertido en un sádico”, sentencio;  “él hace lo que puede o lo que le dejan”, apostilló Patiño;  ¿Cómo lo que le dejan? Hace lo que le gusta y lo que pide... Ahí hay un catalogo... Quiero que me aten, quiero que me orinen...”, Mariñas estaba desatado;  “no seas guarro Jesús”, reprochó Maria poniendo fin a la escena. Guarro y entendido, escribo yo. ¡Y lo de Jorge Javier Vázquez y Carmen Alcayde en la tele amiga nos parecía esperpéntico!  

No sólo Kiko y Borja, Borja y KiKo, fueron carnaza para las dos hienas mediáticas. Las declaraciones de Latoya Jackson, en las que insinúa el homicidio como causa de la muerte de su hermano Michael, Sofía Loren, y el rumor de una posible relación entre Iker Casillas y la periodista Sara Carbonero llenaron un programa que se quería vestir de serio, pero que  ha nacido con la misma etiqueta carroñera de siempre. “Hace 30 años el corazón no estaba tan despendolado”, dijo Mariñas. Es decir, que hemos llegado a un punto en el que la mesura, el respeto, y la dignidad en este tipo de información brilla por su ausencia. Se despotrica más y se informa menos. En el terreno televisivo se cultivan cada vez más tomates, demasiados. Tantos, que lo mismo un día no nos dejan ver ni el propio huerto.