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Diario YA


 

Las protagonistas se llevan el 80% de los diálogos

Viaje a Sils María

Víctor Alvarado

A esta película la podríamos titular como “la veteranía frente a la juventud”, puesto que la belleza madura de Juliet Binoche se enfrenta al estilo posmoderno de Kristen Stewart, recordada por la saga de Crepúsculo, que intenta cambiar de registro con un papel muy distinto y lo consigue con nota.

La cinta está dirigida por un consolidado cineasta, autor de Carlos y Las horas del verano. Nos estamos refiriendo a Olivier Assayas. Juliet Binoche ha tenido cierta dificultad para conectar con el realizador porque ella prepara con su asistente los diálogos de manera sistemática, lo que choca con la forma de trabajar del director parisino, al que no le gusta el ensayo para potenciar la frescura. Por otra parte, éste se ha atrevido con denso y difícil argumento. Sin embargo, a diferencia de otras, no parece pretenciosa. Es una película que puede no gustar al público medio, tanto por la complejidad de los diálogos como que se sustenta prácticamente en dos personajes sobre los que recae el ochenta por ciento de la historia, más apropiada para el teatro que para el cine. La primera hora es más pesada que la segunda que va creciendo a medida que transcurren los minutos.

Y es que varias han sido las producciones que tratan este tema en los últimos años desde que Sofía Coppola abriera el tarro de las esencias con la soporífera Somewhere. En el plazo de 4 meses, hemos podido ver en España: Birdman dirigida por González Iñarritu; La sombra del actor protagonizada por Al Pacino y Viaje a Sils María que es la más seria y realista, siendo la que mejor explica los egos o la banalidad de los actores porque no es histriónica como la protagonizada por Michael Keaton. El cineasta humaniza a la protagonista dando una de cal y otra de arena.

El personaje de Kristen es interesante porque está repleto de matices y cargado de sentido común, mostrando su gran sinceridad que es una de las cualidades de los jóvenes del siglo XXI, que contrasta con la falta de contacto con la realidad de la diva. Viaje a Sils María es una crítica a la frivolidad del mundo del cine y del teatro. La película puede ayudar a las personas a que sepan aceptar y reconocer que hay una cosa para cada momento.