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Diario YA


 

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Hay en mis venas gotas de sangre jacobina

Eduardo García Serrano. Franns Rilles, inmigrante boliviano en situación ilegal en España, era explotado rigurosa y metódicamente en la panificadora valenciana en la que trabajaba en régimen de esclavitud. Doce horas diarias en el tajo por setecientos euros al mes en negro, sin contrato, sin papeles, sin Seguridad Social, sin derechos y, a partir de ahora, sin un brazo. Sin el brazo izquierdo que una máquina le arrancó de cuajo empapando en sangre el pan de su patrón, uno de esos cabronazos que saben que el miedo de los inmigrantes ilegales es como el humo de las ciudades derrotadas, enmascara el saqueo y emboza el pillaje.

 

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Europa

Eduardo García Serrano.

¿Qué es Europa? No, no es una pregunta retórica y aún menos formulada al sur de los Pirineos, donde millones de españoles que ni siquiera saben qué es España, qué significa España ni qué ha representado España en la configuración de Europa ni en la fragua y la expansión de su civilización y de su cultura, se disponen a votar en las elecciones al Parlamento Europeo el próximo domingo.

 

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El Estado de la Nación

Eduardo García Serrano. El “Estado de la Nación” es una percepción subjetiva que toma cuerpo de opinión pública a través de la arquitectura de nuestras circunstancias personales partiendo de unas condiciones generales objetivas, que son las que crea y fomenta la buena o mala gestión de los poderes del Estado. El debate sobre el “Estado de la Nación” ha cumplido su rito y su liturgia un año más, con la cuota de expectación añadida por la crisis y los más de cuatro millones de parados.

 

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Chicago, 1 de mayo de 1886

Eduardo García Serrano. El 1 de mayo de 1886 fueron ejecutados en Chicago los mártires sindicales que organizaron la revuelta reivindicativa de las ocho horas laborales. Con su lucha insobornable, llevada hasta el sacrificio de sus propias vidas, Spies, Fielden, Neeb, Fischer, Lingg, Engel y Albert Parsons le arrancaron al Capitalismo la usura de las interminables jornadas de trabajo a cambio de unos salarios de miseria.

 

Pensiones en números rojos

 Eduardo García Serrano. 21 de abril.

 

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El titadyn no engaña

 Eduardo García Serrano. La sentencia del 11-M es aterradora, no sólo para las víctimas de los atentados, también para la sociedad española en general y para cualquier ciudadano que tenga el decoro moral de pensar con independencia de criterio. Así lo dije cuando fue dictada. Dije entonces, y lo reitero hoy, que la sentencia del 11-M es toda ella una falsedad de consenso fundamentada en una investigación chapucera que, deliberadamente, huye del propósito de hallar la verdad hasta el punto de ocultar la identificación química y la datación científica del explosivo que causó la masacre.

 

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Hasta Bibiana es un ser humano

Eduardo García Serrano. Las palabras pueden ser como el fuego el iluminar el mundo. Pueden ser como el oro y enriquecerlo. Poe ejemplo, esas palabras de Las Escrituras en las que se nos dice que “para escuchar la alabanza perfecta hay que escuchar la risa de un bebé y el parloteo de los niños”. Pero las palabras también pueden ser como el estiércol y ensuciar el mundo. Por ejemplo, las palabras pronunciadas por la ministra Bibiana Aído en el Senado en las que asegura que el nasciturus (el que está por nacer) “es un ser vivo, pero no es un ser humano”.

 

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Cervantes expulsado de Cataluña

Eduardo García Serrano. Además de otras muchas la Lengua Española tiene una joya de concreción conceptual que la hace sencillamente sublime en la elasticidad de su expresión y en el perfil de los matices. Esa joya es la perfecta diferenciación entre los verbos SER y ESTAR, de la que carecen el inglés, francés y alemán. De tal suerte que no es lo mismo SER tonto que ESTAR tonto. El que ES tonto lo es a perpetuidad; y el que ESTÁ tonto lo es sólo de una manera transitoria. Es digamos, un tonto temporal y no un tonto con contrato indefinido.

España, el top manta del paro

 Eduardo García Serrano. 28 de abril.

 

¡Pepiño, ministro. Cuerpo a tierra!

 Eduardo García Serrano. 14 de abril.