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MI OPINIÓN

¿Para más seguridad o para más recaudación?

Wenceslao Pérez Gómez. 18 de agosto. Hace unos días, con motivo del fin de semana del 15 de agosto, la Dirección General de Tráfico anunciaba la puesta en servicio de un nuevo radar en la autopista A-6, a la salida del túnel del Guadarrama, en dirección Madrid, al objeto de reducir la velocidad de los vehículos, ya que es uno de los tramos con peligro debido a las curvas existentes.

Al mismo tiempo, la DGT anunciaba también que, para el próximo otoño, se iba a controlar la velocidad de los vehículos en diversos tramos de nuestras carreteras y, uno de los primeros en donde se hará este control, será el del túnel del Guadarrama.

El sistema que se va a emplear es el siguiente: una cámara situada a la entrada del túnel tomará la matrícula de los vehículos y la hora de entrada y, otra cámara situada a la salida, tomará también la matrícula y la hora de salida. Por medio de un sistema electrónico, se calculará el tiempo transcurrido y los kilómetros recorridos y, si el tiempo es menor de lo que se tardaría a la velocidad limitada en ese tramo, el vehículo o los vehículos que lo hayan recorrido en ese menor tiempo serán sancionados por exceso de velocidad. Como se puede comprobar, este sistema sancionador es propio de Maquiavelo. Claro que ésto no debe de extrañar, siendo Director General de Tráfico Pere Navarro, cuya obsesión por la velocidad es enfermiza.

Para la puesta en marcha de este nuevo sistema sancionador, se argumenta que se hace para una mayor seguridad en la carretera. Los responsables del tráfico han tomado a los usuarios de las carreteras por retrasados mentales, que se creen todo lo que les dicen. Y, no es así.

Si de verdad se toman estas medidas para mayor seguridad en las carreteras, nos preguntamos por qué no se han instalado los radares en los más de 150 puntos peligrosos de nuestras vías de circulación, en lugar de haber sido instalados en ellos solamente algo más de 60, como denunciaba un periódico de tirada nacional hace pocos días.

Todos estos controles de la velocidad en diversos tramos de carreteras, autovías y autopistas y la colocación de los radares, tanto fijos como móviles, se hace con el objetivo de recaudar más.

Hay que tener en cuenta que, tras el derroche de dinero que un día sí y otro también está haciendo este Gobierno, se necesita mayor entrada de euros en lar arcas del Estado y las multas de tráfico son un buen método para recaudar. Hay que señalar que este año, se prevé recaudar en sanciones de circulación, 100 millones de euros más que el pasado año.

Así que, ahora, no nos vengan con milongas de que todo ello, se hace en base una mayor seguridad vial. Que lo digan claramente: “Necesitamos más dinero y el que se salte las normas será uno de los “paganos”.

Por ello, recomendamos a nuestros lectores, si van coger el coche, que estén atentos a los radares y su cuentakilómetros. Claro que, si se desvía la atención al volante, a los radares y velocímetro, puede haber más siniestralidad. Y eso, ¿le importa también a la DGT?.

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