Redacción Madrid. 20 de abril.

El general de Sanidad Vicente Navarro se "inventó" treinta de los sesenta y dos militares fallecidos en el accidente del Yakolev 42 en mayo de 2003 en Turquía cuando volvían a España de una misión de Afganistán. Esa es la conclusión a la que llega el fiscal del caso en su informe definitivo en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional.

El fiscal Fernando Burgos alegó que Navarro cumplió un servicio público "faltando a la verdad". Todas las pruebas expuestas en las sesiones del juicio demuestran que Navarro fue el "dominador" de todos los actos, elaborando la lista de los 62 militares con sus respectivos nombres a sabiendas que no estaban identificados. El general, que se enfrenta a cinco años de prisión por falsedad documental, "rellenó" con nombres y apellidos los treinta "huecos" de la lista de los cadáveres.

Los otros dos acusados, los médicos José Ramon Ramírez y Miguel Angel Sáez, para quienes pide cuatro años y medio de cárcel, también deben ser condenados porque, según el fiscal, sabían que se estaba falseando la verdad porque son "universitarios, médicos, están preparados al máximo y estuvieron ahí en todo momento con pleno ejercicio de sus facultades mentales".

La razón por la que se elaboró esa lista de manera fraudulenta fue porque los cuerpos tenían que salir de Turquía "a toda prisa" para celebrar en España los funerales de Estado. "La decisión estaba tomada desde el primer momento. Dentro del equipo que se trasladó al lugar del accidente había un biólogo y un deontólogo que no se utilizaron, ni se tomaron muestras de ADN, que es el último modo de alcanzar con seguridad las identificaciones. Y no es que no les dejaran, la razón es que tenían prisa", destacó Burgos.

CONSCIENTES DE LO QUE HACIAN

El fiscal entiende que la decisión de no identificar los cuerpos se tomó desde el principio y para ello se falsificó el listado de nombres, los certificados de defunción, las necropsias y las licencias de enterramiento. Todo esto se hizo porque los acusados eran conscientes que si no se falsificaban estos documentos los cadáveres no se hubieran podido enterrar.

El representante del Ministerio Público tiró por tierra la versión de Navarro cuando dijo que el error entre los nombres que aparecían en los féretros y los cadáveres que había en ellos vino por parte del equipo turco que se equivocó a la hora de meter los cuerpos en las cajas. Para el fiscal, ha quedado demostrado "perfectamente" que las acciones de embarque y de enferetramiento fueron correctas. "No se produjo ningún error en la introducción de los féretros", puntualizó.

El momento más emotivo se vivió dentro de la sala cuando los familiares de algunas víctimas rompieron a llorar al escuchar el listado de los militares mal identificados y el estado de carbonización en el que se encontraban muchos de ellos.

Por su parte, una de las acusaciones solicitó la deducción de testimonio para Francisco Javier Jiménez Ugarte, en el momento del accidente secretario general de Política de Defensa, es decir número tres del que fuera ministro de Defensa, Federico Trillo, por un posible delito de encubrimiento. También solicitó la misma medida para Luis Alejandre, ex jefe del Estado Mayor del Ejército o para Félix Sanz Roldán, nombrado jefe del Estado Mayor de la Defensa con José Bono por un delito de falso testimonio por las contradicciones en las declaraciones de ambos en el juicio.