Rafael Nieto. 26 de enero.

El pleno de la sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo interrumpió pasadas las 13:20 horas, después de casi tres y horas y media de debate, sus deliberaciones sobre si es admisible o no objetar a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que retomaron a las 16:30 horas. Los magistrados examinan los recursos presentados por varios padres de alumnos contra tres sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Asturias que rechazan la posibilidad de objetar y los de la Fiscalía, el Abogado del Estado y la Junta de Andalucía contra una resolución del Tribunal Superior de Justicia de esta comunidad que acordó que sí cabe objetar. Según fuentes del Alto Tribunal, el pronunciamiento del Supremo unificará la jurisprudencia en esta cuestión, que ha generado centenares de procedimientos judiciales y sentencias dispares en los tribunales autonómicos.

Diario YA ha querido conocer la opinión sobre esta asignatura de CECE, la Confederación Española de Centros de Enseñanza, que agrupa a unos seis mil centros de toda España. Su presidenta, Isabel Bazo, atiende amablemente a nuestra preguntas.

Se espera para hoy una sentencia del Supremo sobre la asignatura de EpC que podría ser fundamental para la futura implantación o no de esta materia, desde la CECE ¿qué esperan y qué desean que diga el alto tribunal?

Bueno, lo que deseamos es que realmente con una lectura muy clara del artículo 27 de la Constitución, del artículo 16, realmente los magistrados tengan en cuenta el derecho de la familia a la formación religiosa y moral de sus hijos, en centros públicos, privados, concertados, en cualquier tipo de centro. Esto es muy importante. Eso es lo que deseamos. Lo que esperamos es que haya la suficiente lógica y razonamiento de estos principios constitucionales para que la sentencia salga clara, amparando a las familias.

¿Cuáles son las razones por las que ustedes rechazan la asignatura de EpC?

En Cece nos hemos planteado desde el primer momento, y hablo como consejera del Consejo Escolar del Estado, y cuando se plantea la propuesta de modificar la ley de educación, esto es, hacer la LOE, ya se propone allí una propuesta de EpC, y fue rechazada con una mayoría aplastante; cada organización, cada consejero, con diferentes motivos, pero la sorpresa es que a pesar de este rechazo del Consejo Escolar del Estado, que es un órgano consultivo, vimos que la idea seguía adelante. Luego ya, cuando hemos ido viendo el desarrollo curricular de la asignatura, cómo el planteamiento era lograr la formación de la conciencia de los alumnos, empezamos a ver los peligros y seguimos manteniendo nuestra actitud de total rechazo, si bien respetando aquello que los padres quisieran decidir. Ha habido padres que han sido muy valientes, y el consejo de CECE a sus colegios ha sido: “No tenemos que ser jueces, sino respetar lo que los padres deseen”, informando de manera adecuada, de tal forma que la decisión siempre va a ser más clara cuando se tiene una información en profundidad. Y basándonos en todas estas cuestiones, hemos hecho análisis de los textos, y hemos visto que esta asignatura es una forma de inmiscuirse en cómo se debe educar a chicos y chicas en el ámbito que se refiere a la conciencia. Por lo tanto, ese ámbito sólo corresponde a la familia. Estamos hablando de menores de edad, y estamos viendo cómo para apoyar lo que una asignatura impone, el partido del Gobierno, el PSOE, ha estado aprobando leyes que, en su conjunto, es lo que forma el contenido de EpC. Y claro, la conciencia no se puede formar en base a que sea el Parlamento con mayorías compradas, negociadas, con criterios partidistas y políticos, el que plantee esa asignatura con carácter obligatorio.

¿Cuáles cree que pueden ser los efectos de esta materia sobre los jóvenes de nuestro país en las próximas generaciones?

Ya lo estamos viendo, desde que se está manteniendo un sistema educativo donde la permisividad prima sobre cualquier otra circunstancia. Estamos viendo cómo la violencia, que en la escuela se plantea como un filtro de lo que ocurre en la sociedad, es lo que impera. Nos preocupa mucho este aumento tremendo de abortos por embarazos imprevistos, porque las leyes españolas, en contra de otras leyes mundiales, y en contra de las recomendaciones del Tribunal de Derechos Humanos de la Unesco, plantea que el consentimiento sexual se tiene a partir de los 13 años. Y eso significa que un niño o una niña puede tener relaciones sexuales con quien desee sin que la familia pueda intervenir. Y ese consentimiento sexual se plantea también como una norma por la cual un niño o una niña puede decidir tomar la píldora del día después, y si las leyes avanzan, decidirán cuándo abortan, cuándo no abortan, o qué es lo que hacen con su cuerpo. Esto hace que la juventud actual esté viviendo momentos en los que lo importante es el disfrute del cuerpo y que no se le plantee ninguna otra normativa. Yo he visto transcripción de clases de esta asignatura, y lo que está es degradando el sentido del amor, que es lo que debe unir a las personas. Es una pena que la gente joven pierda esos momentos maravillosos de todo lo que ilusiona, todo lo que hace que la vida sea mucho más hermosa, incluso en determinadas circunstancias la naturaleza nos está dando un ejemplo. Por lo tanto, yo creo que esta juventud va a ser realmente la víctima de EpC tal como está planteada, porque no importa pensar en el futuro, es “disfruta el presente, y no te preocupes, que nuestro sistema educativo, a pesar de que estamos con ese alto índice de fracaso escolar, aquí no importa. "Tú no te preocupes, no te agobies, y disfruta".

Ustedes hicieron pública una nota, en el mes de septiembre pasado, en la que, además de criticar el fondo de la materia, avisaban del caos organizativo que está provocando en los centros escolares…, explíquenos.

El caos se refiere a dos temas diferentes. Los niños cuyas familias han planteado objeción a EpC deben ser atendidos por el centro, en lugar de buscar otras circunstancias de presión para obligar a que estén en clase. Es verdad que los alumnos se salen de clase de EpC , y deben estar en otro aula, si es un número importante con un educador o un profesor que esté con ellos haciendo trabajos. En esto, cada comunidad ha ido planteando unas circunstancias completamente diferentes. Pero en centros públicos sabemos que se ha planteado a las familias que el alumno tendría que marcharse…Mire usted, esto es tremendo, porque en el tiempo en el que sea el horario escolar es el centro educativo el que asume la responsabilidad civil de lo que hagan estos alumnos o de lo que les cause a ellos. Y aplicábamos este concepto de delegación de responsabilidad civil de las familias por el caso que se nos dará el curso que viene con la implantación del segundo curso de bachillerato. Es un curso en el que los alumnos, aunque tengan cuatro asignaturas importantes suspensas, pueden pasar al curso segundo, y repetir esas asignaturas suspensas, sin que eso suponga la repetición de curso. Es una maniobra del Ministerio de Educación para maquillar las cifras de fracaso escolar.