El liberticidio y matonismo políticos se hacen con Cataluña
Miguel Massanet Bosch. Barcelona y Cataluña siempre han tenido personajes que, con mayor o menor razón, han pretendido dar el cambiazo a la sociedad. Y esto sucedió con el famoso Noi del Sucre, Salvador Seguí, un anarquista nato que, juntamente con Ángel Pestaña y Juan Peiró, marcaron una época de luchas sindicalistas y enfrentamientos con la burguesía catalana que acabó, como solían acabar en aquella época todos aquellos conflictos, con el asesinato de Salvador Seguí, en el barrio del Raval de Barcelona, por los llamados “pistoleros blancos” del Sindicato Libre de la patronal catalana. La CNT y la FAI las dos centrales sindicalistas de los anarquistas catalanes fueron las principales causantes de la ola de asesinatos, secuestros, robos y atentados de aquellos turbulentos años 30 del siglo pasado.
La caída de Sánchez no supone un sí a Rajoy y Colombia dice no
Miguel Massanet Bosch. Dos temas de gran impacto, que han conseguido figurar como, actualmente, y sin duda con cierta cursilería, los periodistas vienen definiendo acudiendo al anglicismo “trending topic” una expresión que quiere significar algo así como “en la cresta de las noticias” o “tema del momento”. Por un lado, la abrupta y tumultuosa sesión del comité federal del partido socialista y por otro, aunque más lejano pero, sin duda, de gran importancia, ha sido el “no” que los venezolanos han dado a la propuesta que el señor Santos, su presidente, de acuerdo con las Farc, algo que todo el mundo daba por supuesto que sería aceptado mayoritariamente y que, sin embargo, el sentido de justicia y el gran número de afectados por los crímenes de aquel grupo terrorista, han hecho que la balanza se inclinara hacia el lado del sentido común y la legalidad.
Barack Obama: un presidente ni fu ni fa
Miguel Massanet Bosch. Parecía que su llegada a la presidencia de los Estados Unidos iba a causar una verdadera revolución en una nación en la que el mero hecho de que llegara una persona de color al poder para ocupar el sillón presidencial, ya algo insólito y difícilmente creíble para un país en el que la erradicación de la esclavitud fue causa de una cruenta guerra civil entre los estados del norte, antiesclavistas y los del sur, mayoritariamente defensores de la esclavitud. Abraham Lincoln, el primer presidente de los EE.UU salió vencedor de aquella larga contienda cuando, por fin, Ulises S. Grant consiguió derrotar al general más capacitado del sur, el señor Robert E. Lee acabando con la confederación de estados esclavistas presidida por Jefferson Davis.
Inoportunas e impertinente declaraciones del presidente del TC
Miguel Massanet Bosch. Hubo un tiempo en que muchos se preguntaban ¿a cuenta de qué se le hurtaba al Tribunal Supremo del país el determinar sobre una serie de cuestiones relativas al cumplimiento de la Carta Magna, para entregarle la correspondiente competencia al TC, como único encargado de resolver los recursos de inconstitucionalidad contra leyes, disposiciones normativas o actos con fuerza de ley del Estado y de las Comunidades Autónomas amén de otras cuestiones relativas a la aplicación de la normativa constitucional española?
Colombia cierra en falso su lucha con las FARC.
Miguel Massanet Bosch. Parece ser que se ha extendido, entre los mandatarios socialistas o de tendencias izquierdistas, de países que tienen disputas internas con grupos terroristas o que tenían contenciosos endémicos con otras naciones dominadas por gobiernos tiránicos filocomunistas; la práctica, cuando no se pueden atribuir otros méritos, a acudir al viejo latiguillo de conseguir la paz, como un buen medio para adquirir popularidad entre la masa ciudadana, siempre dispuesta a optar por la solución más fácil, aunque fuere la menos recomendable, para sacarse de encima situaciones incómodas que requerirían métodos más costosos, más serios y eficientes.
¿Se les encoge el ombligo a los magistrados del TC?
Miguel Massanet Bosch. Es cierto que, en esta especie de hecatombe política, económica y de valores por la que está pasando nuestro país, los ciudadanos no hemos podido hallar consuelo en la supuesta imparcialidad de la Justicia, en la parcialidad en la forma de administrar justicia por una parte significativa de los magistrados, jueces y fiscales que, en muchas ocasiones, voluntariamente o influidos por sus ideas políticas o, en algunos casos, por su particular forma de interpretar las leyes en un intento de ajustarlas, en los casos en los que debe aplicarlas, a su especial concepto de lo que debiera ser y decir y no a lo que en verdad es y dice.
¿Autonomías y municipios como un instrumento para incumplir la ley?
Miguel Massanet Bosch. Estamos convencidos de que, los padres de la actual Constitución española, pusieron todo su empeño en conseguir elaborar la mejor Carta Magna para la nación, la mejor estructurada y la que fuera capaz de acomodar a todos los partidos que intervinieron en su redacción, de forma que ninguno de ellos, fuera de derechas o de izquierdas, saliera mal parado, humillado, descontento y resentido del resultado obtenido.
11 de Septiembre: Echando el resto hacia la izquierda
Miguel Massanet Bosch. Nuevamente nos encontramos ante el trance anual de sobrevivir al 11 de septiembre. Si el dinero que los políticos catalanes han ido invirtiendo, a través de los años, en subvencionar esta llamada “fiesta patriótica catalana”, seguramente algunas de las múltiples carencias que hoy se detectan en esta comunidad catalana, habrían podido ser cumplidamente atendidas.
El ciudadano no entiende lo que ocurre en España
Miguel Massanet Bosch. El desconcierto ha devenido en ser general, la incredulidad manifiesta y el común de la ciudadanía todavía no entiende como es posible que, después de dos votaciones, apenas separadas por unos pocos meses, los políticos, estos que se dedican a reprocharse los unos a los otros el no entender las necesidades de España y de su pueblo, persisten en no intentar comprender el mensaje del pueblo español, retransmitido a través del lenguaje de las urnas.Fidel Castro y Maduro: La cuna del comunismo caribeño
Miguel Massanet Bosch. Puede que algunos opinen que el señor Obama estuvo acertado cuando decidió rendir a su país ante Cuba, permitiendo que el señor Fidel Castro y su hermano Raúl se apuntasen una victoria estratégica y moral sobre los EE.UU de América que, durante más de 30 años, mantuvieron un embargo sobre la república comunista de cuba, servidora fiel de los mandatos del Kremlin de Moscú y evidente transgresora de los derechos humanos, aunque ni la ONU ni ninguna de las miles de organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, hicieran otra cosa que limitarse a hacer breves menciones a la situación de la población cubana, cuando no se dedicaban a alabar el sistema educativo y los servicios médicos en aquella república.